Corren vientos favorables para Robert F. Kennedy Jr., hijo del exfiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy. Robert ha sido nominado por el presidente electo Donald Trump para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de Estados Unidos.
Tras la designación la polémica no ha tardado en correr por las redes sociales. En especial debido a las conocidas posturas antivacunas de Kennedy. También a su historial de promoción de teorías conspirativas relacionadas con la salud pública.
Nacido en Washington D.C. en 1954, Robert F. Kennedy Jr. es abogado ambientalista y ha sido una figura prominente en la defensa del medio ambiente. Sin embargo, en los últimos años, su reputación se ha visto empañada por su activismo contra las vacunas.
Kennedy ha sostenido, sin evidencia científica, que las vacunas están vinculadas al autismo y otras enfermedades. Una afirmación que ha sido ampliamente desacreditada por la comunidad médica.
Además de su escepticismo hacia las vacunas, Kennedy ha promovido teorías conspirativas sobre la pandemia de COVID-19. Por ejemplo, sugirió que el virus fue diseñado para afectar selectivamente a ciertas poblaciones.
Estas declaraciones han sido condenadas por expertos en salud pública y han generado preocupación sobre su idoneidad para liderar una agencia encargada de la salud de la nación.
Inicialmente, Kennedy se postuló como candidato demócrata en las primarias presidenciales del pasado 5 de noviembre. Sin embargo, en octubre de 2023, abandonó el Partido Demócrata para lanzar una candidatura independiente, desafiando al entonces presidente Joe Biden y al entonces candidato republicano Donald Trump.
Sorprendentemente, en agosto de este año, Kennedy retiró su candidatura y expresó su apoyo a Trump. Una decisión que generó divisiones dentro de su propia familia y entre sus seguidores.
La nominación de Kennedy para liderar el HHS ha sido recibida con escepticismo y preocupación por parte de la comunidad médica y científica. El HHS es responsable de supervisar agencias clave como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
La posibilidad de que un conocido escéptico de las vacunas dirija estas instituciones ha generado inquietud sobre el futuro de las políticas de salud pública en Estados Unidos.
Las acciones de los principales fabricantes de vacunas, como Moderna y Novavax, experimentaron caídas significativas tras el anuncio de la nominación de Kennedy.
La trayectoria del ‘tercero’ de los Kennedy
Robert Francis Kennedy Jr., nacido el 17 de enero de 1954 en Washington D.C., es el tercero de los once hijos de Robert F. Kennedy, exfiscal general de los Estados Unidos y hermano del expresidente John F. Kennedy.
Creció bajo la sombra de la tragedia y el poder, pues su padre fue asesinado en 1968 mientras hacía campaña presidencial, un hecho que marcó profundamente su vida. La familia Kennedy, conocida como la “realeza política” de Estados Unidos, siempre ha sido sinónimo de liderazgo, tragedia y controversia.
Kennedy Jr. se formó en Harvard y continuó sus estudios en Derecho Ambiental en la Universidad de Virginia. Más tarde, obtuvo un máster en Derecho en la Universidad Pace, donde comenzó su carrera como abogado especializado en temas ambientales.
En las décadas de 1980 y 1990, Kennedy destacó como uno de los principales defensores del medio ambiente en Estados Unidos.
Trabajó como abogado para el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) y cofundó el grupo ambientalista Waterkeeper Alliance. Una organización que busca proteger las vías fluviales de la contaminación.
Entre sus logros más destacados está su papel en la limpieza del río Hudson en Nueva York, considerado un modelo de restauración ambiental. Fue autor de numerosos libros sobre ecología, incluyendo Crimes Against Nature (Crímenes contra la Naturaleza).
Sin embargo, su carrera ambientalista comenzó a quedar eclipsada por sus posturas controvertidas en torno a las vacunas. Especialmente desde la década de 2000.
El giro antivacunas
A principios de los años 2000, Kennedy empezó a promover teorías que vinculaban las vacunas con el autismo. Todo ello basándose en estudios desacreditados y rechazados por la comunidad científica.
En 2005, publicó un artículo en Rolling Stone y Salon que afirmaba que el timerosal, un compuesto que contiene mercurio y que se utilizaba en algunas vacunas, estaba relacionado con el autismo.
Aunque posteriormente ambos medios se retractaron, Kennedy continuó promoviendo estas ideas, a pesar de la falta de evidencia científica.
En 2011, fundó Children’s Health Defense. Una organización dedicada a luchar contra lo que él llama la “corrupción” en la industria farmacéutica y la “supresión” de información sobre los riesgos de las vacunas.
Esta organización ha sido señalada por expertos y medios como un vehículo para la difusión de desinformación sobre la salud pública.
Durante la pandemia de COVID-19, Kennedy se convirtió en una de las voces más prominentes contra las vacunas. También contra las medidas de confinamiento y el uso de mascarillas.
Llegó a comparar las restricciones por la pandemia con el Holocausto. Un comentario que generó repudio incluso dentro de su propia familia.
La candidatura presidencial y el salto a la política independiente
En 2023, Kennedy Jr. anunció su candidatura a la presidencia por el Partido Demócrata, desafiando al entonces presidente Joe Biden.
Su campaña inicial buscaba posicionarse como una alternativa para aquellos que sentían que el Partido Demócrata se había alejado de sus raíces populistas.
Sin embargo, su enfoque en temas conspirativos, desde la vacunación hasta teorías sobre el COVID-19, limitó su apoyo dentro del partido.
En octubre de 2023, Kennedy dio un giro inesperado al anunciar que abandonaba el Partido Demócrata para postularse como candidato independiente.
Su decisión buscaba capitalizar el descontento de votantes tanto demócratas como republicanos. Apelando a los sectores populistas que comparten su desconfianza hacia las instituciones.
La estrategia, aunque arriesgada, generó cierta atención mediática. Kennedy intentó presentarse como un líder independiente capaz de unir a un país polarizado.
Sin embargo, las encuestas reflejaron que su candidatura no lograba el apoyo suficiente para ser una amenaza real para los principales candidatos.
El apoyo a Donald Trump, una alianza inesperada
En agosto de este 2024, Kennedy sorprendió al retirar su candidatura presidencial independiente y declarar su apoyo a Donald Trump.
Esta decisión marcó un giro político radical, considerando que los Kennedy han sido históricamente un pilar del Partido Demócrata.
Según sus declaraciones, el cambio se basó en su creencia de que Trump compartía su compromiso de luchar contra la “corrupción en las instituciones gubernamentales y las grandes farmacéuticas”.
El apoyo de Kennedy a Trump dividió aún más a su familia y a sus seguidores. Algunos lo vieron como una traición a los valores que históricamente representó la familia Kennedy.
Mientras que otros interpretaron el movimiento como un acto estratégico para tener mayor influencia en una posible administración republicana.
Tras la victoria de Trump en las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre, este sorprendió nuevamente al nominar a Kennedy como Secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). La designación generó un aluvión de críticas, tanto por parte de demócratas como de profesionales de la salud.
El HHS supervisa organismos clave como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Instituciones que han sido objeto de las críticas de Kennedy.
Su liderazgo en el HHS plantea interrogantes sobre el futuro de las políticas de vacunación, la gestión de pandemias y la relación del gobierno con la industria farmacéutica.