Atípico. Termina el partido con derrota en Paraguay, y los rostros de Messi, Romero y Martínez dejan bien claro el disgusto.
Hay acciones que marcan los estados de ánimo de las personas y los grupos, más aún cuando el que lo hace es un líder. Lionel Scaloni abrió la conferencia de prensa del jueves por la noche en Asunción, tras el 1-2 inesperado ante la enjundiosa Paraguay de Alfaro, con una respuesta seca de solo cuatro palabras: “Ninguna de las dos”, sentenció. El alma matter de la Scaloneta se refirió así a cuál era el aspecto (defensivo u ofensivo) que más lo había dejado preocupado tras la segunda derrota de la albiceleste en los últimos cuatro encuentros por las Eliminatorias, donde nadie pone en duda que sacara uno de los seis pasajes directos al Mundial 2026 donde defenderá el título.
“Raro”, diría el conductor y actor sanjuanino Darío Barassi, escuchar y ver a Scaloni tan intransigente. Acaso, debió elevar la guardia de repente ante la primera consulta que podía hacer, con sus palabras, exponer a los jugadores que dirige. De hecho, dos preguntas periodísticas más adelante pronunció esta frase: “Muchachos, no vengo (a la sala de prensa) a criticar a mis jugadores”.
Argentina vive un momento incómodo, no habitual en los últimos cinco años, es decir, desde el subcampeonato en la Copa América del 2019 en Brasil. De ahí en adelante, todo fue sonrisa y alegría. Pero, salvo el 6-0 a Bolivia el mes pasado en el Monumental, el resto del pasado inmediato no es lo agradable que se esperaba: 1-1 visitando a Colombia, 1-1 en la misma condición ante Venezuela, y lo de anoche en el Defensores del Chaco, lugar donde Paraguay no le ganaba a la Argentina hacían 15 años.
Entonces, surgen tres diagnósticos: excepción, meseta o, el tan temido, declive. La opción ‘A’, se enmarca dentro del panorama que Argentina continúa primera en las Eliminatorias y que seguramente al iniciar los partidos en el 2025 obtendrá su boleto directo al torneo que organizará el trío inédito de Estados Unidos, México y Canadá. Es decir, los números hablan en este sentido: aún estamos en el mismo semestre donde la Selección obtuvo el bicampeonato de América consecutivo, algo que no pasaba desde 1993.
Si la actualidad se enmarca en una ‘meseta’, los rendimientos de piezas clave en la obtención de los cuatro títulos durante esta gestión sean una digna explicación. Lionel Messi, ‘Dibu’ Martínez, ‘Cuti’ Romero y Rodrigo De Paul, por citar algunos ejemplos de la columna vertebral del equipo titular, no transitan el mejor presente. A ellos se le suma otros bajos rendimientos de jugadores como Enzo Fernández, Nicolás Otamendi, Alexis Max Allister y Nahuel Molina. Es decir, los artistas de ‘reparto’ que todo gran equipo siempre necesita en tiempos así, por ahora, no lo hacen resurgir. Un detalle nada menor: el plantel ya no cuenta con su segundo ‘As’ de espadas que tenía, un tal Ángel Di María.
Por último, la escena menos deseada: la de la curva descendente al mejor ciclo de una selección Mayor de nuestro país de la historia. En este punto, la película está en pleno rodaje y por eso hay que verla hasta el final para saber si estos dos tropezones recientes son el comienzo del fin del reinado de la Scaloneta. Algo muy claro es que en el primer nivel mundial del fútbol actual, mantenerse en la cima tantos años es casi utópico. Quizá, Francia sea una excepción: campeón en ‘Rusia 2018’ y subcampeón en ‘Qatar 2022’. Pero, los galos, tampoco la pasan bien actualmente con su megaestrella Kilyan Mbappé, ni siquiera convocado por el entrenador multicampeón, Didier Deschamps.
Ahora, llega Perú el próximo martes en el regreso de Argentina a la Bombonera por Eliminatorias. Acaso, en el que muchos consideran como uno de los estadios más pasionales de mundo, la albiceleste encuentre ese mimo que le hace falta para enderezar el rumbo. Se verá…