Un insólito caso ocurrido en Oregon, Estados Unidos, ha generado indignación y debate. William Hoesch, un ciclista de 71 años, fue atropellado por una ambulancia mientras se desplazaba por el pueblo de Rainier.
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Lo que parecía un accidente de tránsito se convirtió en una polémica mayor cuando, días después, recibió una factura de más de mil dólares por el traslado al hospital y la atención médica.
La factura que desató la controversia
Tras el accidente, los servicios de emergencia llevaron a Hoesch al hospital. Sin embargo, el ciclista no esperaba recibir una factura de US$ 1,862 (aproximadamente más de $ 8 millones de pesos colombianos), enviada por el proveedor de ambulancias Columbia River Fire & Rescue. Según su abogado, Travis Mayor, este monto es solo una fracción de los gastos médicos que enfrenta el afectado, los cuales ascienden a US$ 47,000 hasta el momento, con una estimación de otros US$ 50,000 en costos futuros.
La factura que recibió incluye el traslado en ambulancia que, irónicamente, fue el vehículo que lo arrolló. Este caso ha llegado a los tribunales con una demanda por US$ 997,000 por daños y perjuicios, según lo informado por Penn Live.
Detalles del accidente
El incidente tuvo lugar en octubre de 2022, cuando Hoesch circulaba en bicicleta por una calle del condado de Columbia, una zona rodeada de comercios y viviendas. En el mismo carril, una ambulancia intentó girar hacia la derecha, impactando contra el ciclista y destruyendo su bicicleta.
La demanda fue presentada el 24 de octubre de 2024 y detalla que el accidente ocurrió justo frente a la estación de Columbia River Fire & Rescue, mientras el vehículo regresaba de atender otro servicio.
La bicicleta quedó completamente destrozada bajo las ruedas del vehículo de emergencia. Ahora, Hoesch busca justicia por los daños sufridos y ha solicitado una indemnización cercana al millón de dólares.
OSCAR GUERRERO TELLO
El Comercio (Perú) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio, y contó con la revisión de un periodista y un editor.