Washington D.C.- – Con la designación de Robert J. Kennedy, hijo, como secretario del Departamento de Salud federal, el presidente electo Donald Trump ha impuesto otro gigantesco desafío a la próxima mayoría republicana del Senado, que deberá pasar juicio a las ideas poco ortodoxas del excandidato presidencial y abogado ambientalista.
A Kennedy, hijo, – quien cumplió una condena federal de 30 días de cárcel en Puerto Rico por protestar en contra de los bombardeos de la Marina de Guerra estadounidense en Vieques-, se le cuestiona, sobre todo, su oposición o escepticismo en torno a las vacunas.
Pero, ha sido, además, promotor de que los sistemas de agua locales eliminen el fluoruro de los servicios públicos, y ha combatido los pesticidas y alimentos procesados.
Como secretario de Salud, Kennedy, hijo, tendría jurisdicción sobre temas como los programas Medicaid, Medicare, y Head Start.
“Las opiniones extravagantes de Kennedy, hijo, sobre hechos científicos básicos son inquietantes y deberían preocupar a todos los padres que esperan que las escuelas y otros espacios públicos sean seguros para sus hijos”, reaccionó el presidente saliente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Ron Wyden (Oregón).
El exvicepresidente Michael Pence – quien hizo tándem con Trump y estuvo cercano al líder republicano hasta el ataque al Congreso del 6 de enero de 2021-, dijo que Kennedy, hijo, debe ser rechazado por su posición en favor de que el gobierno no intervenga en el tema del aborto.
“Si es confirmado, RFK, hijo, sería el secretario de Salud y Servicios Humanos designado por el Partido Republicano que más defiende el derecho al aborto en la historia moderna”, dijo Pence.
Trump anunció la designación de Kennedy, hijo, el jueves en la tarde, después de que el Senado culminó sus labores de la semana. “Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por el complejo alimentario industrial y las compañías farmacéuticas que han recurrido al engaño, la desinformación y la información errónea cuando se trata de salud pública”, indicó Trump.
La noche electoral, en horas de la madrugada y cuando se declaraba vencedor de las elecciones presidenciales, Trump presentó a Kennedy, hijo, como un colaborador, pero le advirtió que no se metiera con las empresas petroleras.
Republicanos del Senado – que serán la mayoría en enero-, indicaron que aguardarán al proceso de audiencias públicas antes de pasar juicio sobre la designación de Kennedy, hijo, quien fue precandidato presidencial independiente hasta sumarse a la campaña de Trump en agosto. Kennedy, hijo, se identificó, en el pasado, como demócrata.
“RFK, hijo, ha priorizado el tratamiento de las enfermedades crónicas a través de la elección del consumidor y un estilo de vida saludable. Los pacientes, proveedores y contribuyentes estadounidenses merecen un sistema de atención médica que sea eficiente, eficaz y asequible. Espero con interés considerar su nominación ante el Comité de Finanzas”, dijo el líder de la minoría y próximo presidente de esa comisión, el republicano Mike Crapo (Idaho).
El nombramiento de Kennedy, hijo, se suma a otras designaciones del presidente electo Trump que han causado alarma o preocupación, incluso entre senadores republicanos, como los del excongresista republicano Matt Gaetz (Florida) para secretario de Justicia, Tulsi Gabbard como jefa del Directorado de Inteligencia Nacional, y Pete Hegseth como secretario de Defensa.
Gaetz fue investigado por denuncias de que tuvo relaciones sexuales con una menor. Su nombramiento y renuncia a la Cámara de Representantes se produjo dos días antes de que el Comité de Ética cameral fuera a analizar un informe sobre las denuncias en su contra.
A Gabbard se le cuestiona por su falta de experiencia en asuntos de inteligencia, ser demasiada amigable con Rusia y por reunirse con el presidente de Siria, Bashar al Assad. Hegseth – un comentarista pro Trump en la cadena Fox- es criticado por no tener experiencia en el Pentágono, más allá de haber sido militar.
“Son tan espantosas (algunas designaciones) que son una forma de arte escénico”, dijo a The New York Times Michael Waldman, presidente del grupo de estudio Brennan Center for Justice.
“Alguien que no entiende la salud no puede estar a cargo del Departamento de Salud”, señaló en CNN la doctora Leana Wen, quien fue directora de Salud en la ciudad de Baltimore.
Trump ha pedido al Senado que le dé mano libre con sus nombramientos y que le permita oficializarlos en receso, de ser necesario.
El próximo líder de la mayoría republicana del Senado, John Thune (Dakota del Sur), dijo que todo está sobre la mesa, pero afirmó que buscará manejar los nombramientos a base del trámite regular, lo que implica que serán examinados en comisión para luego pasar a votaciones en el pleno.
La senadora republicana Lisa Murkowski (Alaska) ha dicho que el nombramiento de Gaetz no es serio. Y varios han indicado que tendrá un gran reto en el Senado.
Los más leales a Trump lo han respaldado, entre ellos el senador republicano Rick Scott (Florida). “Disfruté trabajando contigo mientras estabas en la Legislatura de Florida y ahora en el Congreso. ¡Sé que seguirás trabajando duro por nuestro país!”, escribió Scott en un mensaje a Gaetz.
Scott también elogió la designación de Gabbard. “No tengo duda de que su tremendo servicio y experiencia serán de gran utilidad para nuestro país”, sostuvo Scott en la red social X.
Lance Trover, quien fue portavoz de la campaña presidencial del gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, dijo que los republicanos que se opongan a los nombramientos del presidente electo pueden enfrentar problemas con la base política de su partido.
“Si eres republicano y no quieres votar por uno de sus candidatos, puedes enfrentarte a una primaria en la próxima elección”, dijo Trover a CNN.
Otros nombramientos de Trump no deben enfrentar tropiezos con la próxima mayoría del Senado, como el del senador republicano Marco Rubio (Florida) a la secretaría de Estado; la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security); John Ratcliffe, propuesto como jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA); el gobernador Burgum como secretario del Interior; y Elise Stefanik, seleccionada como candidata a embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El viernes, Trump anunció que su portavoz, Steve Cheung, será el director de Comunicaciones de la Casa Blanca, y Sergio Gor, como director de la Oficina de Personal del presidente.
Trump se ha encargado, además, de colocar a sus abogados Todd Blanche como candidato a subsecretario de Justicia; John Sauer como procurador general; y Emil Bove como secretario de Justicia interino, con la intención de que sea el secretario asociado de Justicia, el tercer puesto en la agencia.
Blanche defendió a Trump en los casos criminales en contra del expresidente. Sauer, por su parte, argumentó ante el Tribunal Supremo estadounidense el caso que determinó la amplia inmunidad que tiene el presidente de Estados Unidos por actos oficiales.
