China está lanzada en su propia conquista del Oeste en Latinoamérica. O más bien del Este, si atendemos a la posición del gigante asiático en el globo terráqueo. El Régimen Comunista de Pekín ha aprovechado la indiferencia de la Administración Biden-Harris respecto a los vecinos del sur para situarse como la potencia hegemónica en lo económico de la región, y con acuerdos que les han permitido la presencia de importantes infraestructuras a las puertas de su único rival en el mundo actual. Una decadencia y un ascenso que se verán las caras en Perú, en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés)
El último viaje internacional de Joe Biden como presidente estadounidense le llevará a un encuentro con su homólogo chino Xi Jinping. Ambos llegan a la cumbre en situaciones antagónicas respecto a los países de la zona y con pocas propuestas por parte del americano para revertir la situación, mientras que el líder asiático se presenta con la cartera llena de dinero y proyectos. En estos momentos, EEUU tan sólo está por delante en el peso económico en México y Colombia.
Cambio de política de Trump: contener a China en lugar de apaciguarla
La victoria de Trump en las elecciones puede significar un cambio importante, sobre todo porque una de sus promesas electorales es el cambio de política hacia China. El republicano se ha rodeado de gente que considera al gigante asiático la principal amenaza para el país y quiere revertir la política de apaciguamiento constante que ha caracterizado a Biden-Harris. Más allá de un interés genuino en su relación con los países latinoamericanos, el principal objetivo de la nueva Administración está en reducir la influencia china tan cerca de sus fronteras.
En un comunicado, el Consejo Atlántico advierte de que el panorama, a partir de enero, “en América Latina y el Caribe -con sus treinta y tres naciones y 660 millones de habitantes- Trump se enfrentará a la realidad de que Estados Unidos ya ha perdido mucho terreno. Como advirtió el año pasado la General Laura Richardson, entonces comandante del Mando Sur de EEUU, China ‘está en la línea de 20 yardas, en la zona roja hacia nuestra patria’. La promesa de Trump de aumentar los aranceles y endurecer los controles de inmigración no será la jugada para hacer frente a ese desafío”. Es más, varios analistas temen que las políticas proteccionistas y arancelarias de Trump empujen a los países de la región aún más a los brazos de China.
“China ha sustituido a Estados Unidos como socio comercial dominante” en LATAM
Mientras Biden-Hsarris miraba hacia otro lado, “China ha sustituido a Estados Unidos como socio comercial dominante de la mayoría de las grandes economías, con las excepciones de México y Colombia. Pekín ha suscrito a la mayor parte de América Latina y el Caribe a un programa de infraestructuras que excluye a EEUU. En Perú, Xi inaugurará un megapuerto para acelerar el comercio con Asia”, como resume un análisis del Wall Street Journal.
Este megapuerto, además, de la oportunidad comercial que supone para el país sudamericano, podrá albergar buques de guerra chinos, con el desafío geopolítico y militar que supone tener armamento de un país, cuando menos, rival, a las puertas de casa. Además, como detalla el WSJ, los intereses de China van más allá: es un consumidor masivo del litio argentino, del crudo venezolano, así como del hierro y la soja brasileñas.
Existen 286.100 millones de dólares en proyectos chinos en infraestructuras de la región
Según el laboratorio de investigación AidData de William & Mary en Williamsburg, Virginia, en estos momentos hay 286.100 millones de dólares en proyectos chinos en infraestructuras de la región, incluyendo el metro de Bogotá y Ciudad de México. Además, empresas chinas han construido puertos para el transporte de mercancías, puentes, centrales eléctricas y estadios, reforzando su presencia y mejorando la visión que tienen los ciudadanos de estos países del gigante asiático.
Por si fuera poco, China también ofrece más facilidades a la hora de pagar a estos países, lo que le permite disfrutar de una mejor reputación como cobrador de deudas. Por ejemplo, Pekín ha ralentizado los compromisos de nuevos proyectos y ha ajustado la forma de financiar algunas obras.
Xi ha visitado más veces la región que Trump y Biden juntos
No se trata sólo de dinero. Xi ha visitado la zona en muchas más ocasiones que Trump y Biden juntos, destacando con su presencia la importancia que tiene para su país los lazos con Sudamérica. Según señaló al WSJ Álvaro Méndez, director de una unidad de la London School of Economics and Political Science que estudia la influencia de China, “Xi promueve un modelo de gobernanza que rompe con el orden de posguerra liderado por Estados Unidos, que él considera una reliquia obsoleta del colonialismo. La atención sostenida de Xi a la región es simbólica, y los países del Sur Global necesitan ese reconocimiento”.
A pesar de todo, la situación no está perdida para EEUU en la región, y un acercamiento podría devolver al país a la posición dominante, a pesar de la ventaja actual de China. Una encuesta de Pew Research Center indicó que Washington tiene un índice de favorabilidad superior a Pekín en Argentina, Brasil, Chile, Mexico and Peru. Pero para ello, tendría que cambiar el concepto que denunció Jorge Guajardo, exembajador de México en China: “Estados Unidos ve a América Latina como ‘nuestra para ignorarla’“.