Sin embargo, para muchas personas dentro de la comunidad inmigrante, sus primeras preocupaciones eran cómo programas como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia y la orden ejecutiva del presidente Joe Biden, “Manteniendo a las Familias Juntas”, evolucionarían bajo el nuevo liderazgo nacional a partir de enero 2025.
El expresidente prometió acabar con la ciudadanía por nacimiento para su primer día de su presidencia, poniendo fin a un derecho constitucional que ha existido por mucho tiempo. También surgieron preocupaciones después de que el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos emitiera un fallo final el 7 de noviembre de 2024, en el que invalidaba el proceso de “parole in place” (permiso de permanencia temporal en español) del programa “Manteniendo a las Familias Juntas”.
Krysta Heard es parte de American Families United y beneficiaria de DACA y directamente beneficiaba de “Manteniendo a las Familias Juntas”. Heard fue traída a los Estados Unidos cuando tenía 3 años y fue criada en Los Ángeles durante la primera parte de su infancia, pero luego se mudó a las Llanuras del Este de Colorado con su familia. Similar a varios beneficiarios de DACA hoy, ella vio los impactos de ser indocumentada cuando se graduó de la preparatoria en el 2004.
“Desafortunadamente para mí en el 2004, inmigración y llegados en la infancia no eran un tema de discusión en nuestra comunidad ni en nuestras leyes”, dijo Heard. “No pude continuar con mi educación y seguir a la universidad”.
Heard compartió su historia con La Ciudad y dijo que no poder continuar con su educación superior cambió su enfoque de la vida. Como no pudo seguir sus estudios, cambió de rumbo y se dedicó a una carrera artística. Durante los últimos 20 años, Heard ha trabajado en producción de cine y música, lo que la llevó al mundo de bloguero, donde consiguió un trabajo en Urban Outfitters como editora colaboradora de arte.
Antes del 2015, Heard había solicitado DACA, pero su solicitud fue negada por varias razones. En 2015, Heard se casó pero descubrió que se enfrentaba un obstáculo de 10 años debido a que fue traída al país de manera ilegal.
Para poder recibir estatus legal por matrimonio, Heard tenía que irse de EE. UU. para cumplir su entrevista consular. Ella solicitó una exención como unas de sus opciones, pero su abogado le dijo que una exención era difícil de obtener, pero decidieron seguir adelante de todos modos.
Heard dijo que la exención la hubiera dejado quedarse en EE. UU. hasta que una visa fuera disponible, pero el proceso tomaría alrededor de 20 a 30 años, y la exención no ofrecía protección de deportación ni un permiso de trabajo. Para ella, el futuro parecía sombrío.
“Mi abogado dijo, ‘Pues esta lo de DACA. Vamos a intentar y solicitar DACA otra vez’. Afortunadamente para mí, mi solicitud fue aceptada”, dijo Heard.”Fue casi como una salvación. Pude conseguir algo que reemplazaba lo que la exención no me otorgaba. Cuando DACA estuvo en peligro, me di cuenta de que, si no tuviera DACA, tendría que recurrir a esta exención, que no me ayuda en nada”.
Para Heard, no hay dos procesos migratorios o experiencias de indocumentación iguales. Heard ve a la inmigración como un derecho humano, lo que la llevó a unirse a American Families United, y se sintió aliviada al ver que no estaba sola.
El 10 de octubre de 2024, Heard viajó a Nueva Orleans para representar a AFU como beneficiaria de DACA y solicitante del programa de “Manteniendo a las Familias Juntas” en una audiencia en el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito. Según el sitio web de Informed Immigrant, esta audiencia fue crucial para determinar el futuro de DACA. Si se declara ilegal el DACA, el caso llegará a la Corte Suprema.
“Va a ser uno de los días más memorables de toda mi vida. Fue muy poderoso estar con otros beneficiarios de DACA que comparten la misma historia de vida que yo”, dijo Heard. “Fue realmente impactante ver a entre 200 a 300 personas fuera de la corte cantando en apoyo a nuestra existencia”.
Con la orden ejecutiva de Biden ahora invalidada y DACA enfrentando incertidumbre constante, Heard no sabe cómo sentirse respecto al futuro. “Manteniendo a las Familias Juntas” habría permitido a las personas elegibles solicitar la residencia permanente legal sin tener que salir del país, un proceso que el Departamento de Seguridad Nacional llamó “permiso de permanencia temporal”.
En el momento en que a Heard se le presentó la opción de salir, ella dijo que su hijo estaba pasando por dificultades, y aún lo está, debido a una alergia alimentaria, lo que le causaba gran preocupación. Cuando se aprobó la orden ejecutiva, aunque solo habría ayudado a aproximadamente 500,000 cónyuges no ciudadanos, significaba que Heard no tendría que dejar a su hijo.
Si DACA se elimina, Heard se vería obligada a depender de una exención que ofrece poca a ninguna protección. Una vez más, el futuro se ve incierto.
“No sabemos nada. Solo estamos esperando a que la gente decida qué van a hacer con el resto de mi vida”, dijo Heard. “Estamos de vuelta en el punto de partida”.