Se consuma el giro que la victoria de Donald Trump supone para las alianzas exteriores de Estados Unidos. El presidente electo ha recibido en su club privado de Florida al argentino Javier Milei , a quien ya llama con afecto «mi presidente favorito». Mientras tanto, el presidente saliente, Joe Biden , se dirige a Suramérica para una serie de reuniones y una bilateral con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva . En el nuevo mandato, la derecha populista recupera un protagonismo notable, y sus representantes tendrán un papel destacado en la nueva diplomacia de Trump.No es casualidad que la primera invitación a Mar-a-Lago haya sido para Milei, un político argentino que está en pleno proceso de desmantelar el colosal aparato estatal del kirchnerismo. Con la puerta de la residencia de Trump, Milei también accede a un nutrido grupo de inversores y empresarios estadounidenses, dispuestos a inyectar fondos tan necesarios en Argentina. Al frente de ellos está Elon Musk , el hombre más rico del mundo, al que la prensa estadounidense ya denomina «presidente en la sombra».Buena sintoníaCamino al encuentro, Milei adelantó que buscará un acuerdo de libre comercio con EE.UU. Según los periodistas que lo acompañaron en el vuelo, dijo que «el gobierno electo de Trump se siente mucho más cómodo trabajando conmigo que con otros gobiernos, y eso tiene implicancias comerciales y financieras». El mandatario argentino fue uno de los oradores en una cumbre de inversores de la Conferencia de Acción Política Conservadora , que se reúne anualmente en Washington.Noticia Relacionada estandar Si Trump elige a una defensora de Rusia para dirigir la Inteligencia de EE.UU. David Alandete | Corresponsal en WashingtonEn febrero, Milei viajó a Washington para reunirse con Trump, y ambos se fundieron en un abrazo que resultó premonitorio. Fue una decisión consciente del argentino ir a verlo sin siquiera solicitar cita en la Casa Blanca o molestarse en encontrarse con Biden.En una entrevista en Radio Rivadavia, Milei reveló este jueves las conversaciones que ha tenido con Trump tras su victoria el 5 de noviembre: «Lo felicité por lo logrado. Le manifesté que hoy era un mundo mejor porque habían sido derrotados los ‘wokes’, por lo que era una excelente noticia para los EE.UU., Europa y Argentina, y que yo me sentía más acompañado, porque cuando empecé a sostener esto le dije que estaba más solo que Adán en el Día de la Madre. Él me dijo que no iba a estar más solo, que él me iba a acompañar, que juntos íbamos a hacer a América y a Argentina grandes nuevamente, y que yo era su presidente favorito. Eso me hizo sentir muy honrado».Milei busca apoyo de Trump para conseguir un nuevo préstamo del FMI para Argentina, que actualmente es el mayor deudor de la institución, con una deuda de 44.000 millones de dólares. La intención de su Gobierno es negociar miles de millones de dólares adicionales para aliviar las restricciones cambiarias y de capital, factores que ralentizan mucho la recuperación económica del país. Milei ve este préstamo como esencial para estabilizar la economía argentina, aliviar la presión sobre el peso y avanzar en su agenda de austeridad.Cambio de climaPara esta nueva pareja política, la primera salida conjunta puede estar relacionada con la política climática. El presidente argentino está considerando retirar a Argentina del acuerdo climático de París como parte de una revisión integral de su política exterior. Recientemente, ordenó la retirada de su delegación de la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán, en una decisión alineada con el plan de Trump de sacar nuevamente a EE.UU. del pacto, tras haberlo hecho en su primer mandato, en una decisión revertida por Biden en 2021.Esta posible salida preocupa mucho a los activistas climáticos, quienes advierten que Argentina perdería apoyo en áreas cruciales como la financiación de organismos multilaterales. Milei, quien ha tachado el cambio climático de «mentira socialista» y disolvió el Ministerio de Medio Ambiente, mantiene reservas respecto al acuerdo, aunque en el pasado Argentina se comprometió a seguir cumpliendo sus metas ambientales. Mientras, Biden participará en la cumbre de países del Pacífico en Perú, en el G-20 y en el Amazonas. Será el canto del cisne de un presidente que se quiso ecologista, que desde el primer día intentó apoyar la agenda de Lula para el Amazonas, y que se va siendo el primero en ejercicio del cargo en poner el pie en esa selva.Los asesores que controlarán la Casa Blanca tienen la mirada puesta en Vox En la conferencia internacional que se organizó para mayor gloria de Trump en febrero en Washington hubo un invitado español de excepción: Santiago Abascal. El presidente electo le recibió, le escuchó y dijo después públicamente que en su opinión a España le iría mucho mejor si Abascal llegara a presidente del Gobierno. Abascal es alguien muy conectado a la Fundación Heritage, que asesora y vertebra el aparato político del trumpismo. Sus investigadores, estrategas y analistas tienen a Abascal y los suyos por el contacto preferente en España, y han dicho a ABC que esperan poder facilitar una nueva reunión de la cúpula de Vox con el político que desde enero volverá a ocupar el Despacho Oval.Trump fue más de Jair Bolsonaro , al que estuvo muy unido en su primer mandato y al que apodaba con cariño el Trump de los trópicos. Los dos corrieron una suerte similar: perdieron la reelección, alegaron fraude y enfrentaron disturbios en las sedes de sus poderes legislativos. Sin embargo, los brasileños inhabilitaron a Bolsonaro. Trump, imputado después de 81 cargos, ha protagonizado uno de los retornos políticos más inesperados y contundentes de la historia de la presidencia americana.
Un millón de inmigrantes dependen de protecciones que Trump podría eliminar
NUEVA YORK – Maribel Hidalgo huyó de su natal Venezuela hace un año con un hijo de 1 año, caminando durante días a través del Tapón del Darién en Panamá, luego viajando en tren a través de México hacia Estados Unidos. Vivían en Estados Unidos cuando el gobierno del presidente Joe Biden anunció que los