Rafael López Méndez
Ciudad de México /
La incertidumbre y el temor de perder el sueño americano vuelve a instalarse en la vida de 4.1 millones de mexicanos que residen de manera irregular en Estados Unidos con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca a partir de enero próximo y su promesa de realizar deportaciones masivas de migrantes durante su gobierno.
Durante su campaña electoral, el candidato republicano reiteró su compromiso de ser un presidente “duro” y prometió reforzar las políticas migratorias contra las ciudades santuario y mejorar los patrullajes con el objetivo de expulsar cada año de su administración a por lo menos un millón de migrantes.
Actualmente, el Centro de Investigaciones Pew calcula que en el territorio estadunidense viven 11.9 millones de migrantes irregulares, de los cuales los mexicanos representan una tercera parte y desde 2007 se registra una disminución constante de los paisanos que cruzan el Río Bravo o el desierto de Arizona para mejorar sus condiciones de vida.
California y Texas, epicentro de migrantes mexicanos
El informe del Pew señala que los 4 millones de migrantes no autorizados provenientes de México representan la cifra más baja desde la década de 1990 cuando apenas sumaban 2.9 millones de connacionales sin papeles en Estados Unidos.
Los estados de California y Texas serán los epicentros de mayor tensión, pues albergan poco más del 40 por ciento de la población migrante internacional, y ahí radican 2.8 millones de mexicanos en peligro de ser deportados por las autoridades estadunidenses.
De acuerdo con el Instituto de Políticas Migratorias de Estados Unidos (MPI), en California viven 1.7 millones de paisanos que esperarán el mismo apoyo que tuvieron por parte del gobierno estatal durante 2016 y 2020 al mantener el apoyo de las ciudades santuario que ignoraban los requerimientos migratorios de deportación.
Tan solo en la ciudad de Los Ángeles se calcula que viven medio millón de mexicanos sin permiso migratorio, mientras Queen Anaheim y San Diego suman otros 156 y 118 mil paisanos, respectivamente. De esta manera, las tres ciudades serán un foco de tensión entre el gobierno estatal del demócrata Gavin Newsom y de las nuevas políticas de Donald Trump.
El 80% de mexicanos sin papeles en Texas tienen residencia de más de 5 años
Los connacionales que viven en Texas tendrán una situación diferente, pues en este estado las ciudades santuario no aplican por disposición del gobierno estatal que ha estado controlado históricamente por el partido Republicano y donde se podrán realizar sin problema alguno las pesquisas masivas de migrantes.
El MPI calcula que hay 1.1 millones de mexicanos irregulares en esta entidad, de los cuales 245 mil radican en la ciudad de Houston y otros 200 mil en Dallas.
De esta manera, ambas ciudades serán una zona de mayor peligro para los migrantes que sean perseguidos por las redadas que realice el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por su sigla en inglés).
Las estimaciones del Pew y del MPI señalan que por lo menos el 80 por ciento de los mexicanos sin papeles en Texas tienen una residencia de más de 5 años y que al menos el 25 por ciento tiene más de 20 años viviendo en dicha entidad sin poder regular su situación migratoria.
En esta entidad dominada por gobiernos republicanos el 36 por ciento de los mexicanos indocumentados tiene un hijo menor de 18 años que cuenta con la nacionalidad estadunidense, por lo que, de ser detenidos y deportados, el menor de edad deberá permanecer en el país y de esta manera ser alejado de su padre o madre.
Otras entidades donde los mexicanos en peligro de ser deportados representan un importante número son Illinois con 277 mil casos, Arizona con 217 mil, Georgia con 163 mil, Nueva York con 156 mil, Carolina del Norte con 155 mil y Florida con 147 mil paisanos irregulares.
IOGE