Estados Unidos comienza a sentir los efectos del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. 72 horas después de que el republicano ganara las elecciones presidenciales de este martes 5 de noviembre, dos grandes eventos sacuden a dos grupos de minorías, la comunidad negra y latina de los Estados Unidos.
Por un lado, el juez del distrito Campbell Barker anuló la política llamada “parole in place” de la administración Biden que brinda estatus legal a indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses y protegía a los cónyuges de la deportación.
El levantamiento de esta medida podría afectar hasta 800.000 migrantes cobijados bajo este programa, aumentando la incertidumbre de los latinos indocumentados tras la promesa de Donald Trump de una deportación masiva histórica.
Barker había puesto previamente una suspensión administrativa a la regulación, implementada a principios de este año cuando el presidente Joe Biden se postulaba para la reelección, mientras consideraba la demanda presentada por Texas y otros 15 estados. La política también les permitía a los indocumentados trabajar legalmente en el país mientras buscaban la ciudadanía.
Barker, nombrado por el presidente electo Donald Trump durante su primer mandato, dijo que el Congreso no había otorgado al poder ejecutivo la autoridad para implementar tal política.
Por otro lado, ciudadanos afroamericanos denuncian una ola de mensajes de texto racistas que llegan a miles de personas en todo el país. Algunos de estos mensajes dicen: “Felicidades has sido elegido para ser esclavo y recoger algodón en el campo. Empaca tus maletas, los ejecutivos te recogerán en un vehículo blanco”.
Los mensajes varían pero en su mayoría le pide al destinatario ir a una dirección específica con sus pertenencias.
Estados como Alabama, Texas, Georgia, Florida, Maryland, Pensilvania, y la ciudad de Washington DC son algunos de los territorios que recibieron estas amenazas, que actualmente están bajo investigación.
Caracol Radio habló con residentes de la capital estadounidense, uno de ellos aseguró “no se cómo saben que mi celular pertenece a un hombre negro, mi única recomendación para quienes han recibido este mensaje es que no vayan a esas direcciones”, dijo uno de ellos.
Otra residente afirmó que “fue un mensaje extraño, inmediatamente me sentí perturbada, es un pasado que no queremos recordar”.
En un comunicado, el FBI dijo que estaba al tanto de “los mensajes de texto ofensivos y racistas enviados a personas en todo el país” y dijo que está en contacto con el Departamento de Justicia y otras autoridades federales.