Los cardiólogos advierten cada vez con mayor frecuencia sobre los peligros de ciertos hábitos comunes que afectan la salud del corazón. Aunque es bien conocido que factores como la presión arterial elevada, el tabaquismo y el sedentarismo influyen en el riesgo cardíaco, un estudio reciente puso de manifiesto otro hábito que es igual de dañino, especialmente por su popularidad. Se trata del consumo excesivo de alcohol que es una conducta que, según los especialistas, debería evitarse a toda costa para proteger el corazón.
El estudio, realizado en Alemania y publicado en el European Heart Journal, exploró los efectos de una noche de consumo excesivo de alcohol en jóvenes aparentemente sanos. Los investigadores analizaron los latidos de 193 participantes mediante monitores de electrocardiograma (ECG) y descubrieron que más del 5% de ellos presentaban arritmias o alteraciones en el ritmo cardíaco, durante la fase de recuperación.
Este fenómeno, conocido como “síndrome del corazón de vacaciones”, destaca la vulnerabilidad del corazón ante el exceso de alcohol.
Cuando una persona consume grandes cantidades de alcohol, se activa la respuesta simpática del sistema nervioso, liberando adrenalina. Este proceso puede interferir con la señalización eléctrica del corazón y, en consecuencia, desencadenar arritmias como fibrilación auricular o incluso taquicardia ventricular. Como señaló a Parade, el doctor Sam Setareh, director de cardiología clínica en Beverly Hills, marcó que este efecto persiste durante el proceso de recuperación e incrementa los riesgos para el corazón incluso después de haber dejado de beber.
Las arritmias pueden resultar peligrosas, especialmente si ocurren de forma recurrente, ya que podrían dañar las estructuras del corazón a largo plazo. Estas, en particular la fibrilación auricular, elevan el riesgo de sufrir complicaciones serias como accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.
Si se experimentan síntomas como palpitaciones, dolor en el pecho o mareos, se podría estar ante signos de arritmia. La Asociación Estadounidense del Corazón también identifica otros síntomas como debilidad, sudoración, frecuencia cardíaca irregular y dificultad para respirar. En estos casos, los cardiólogos aconsejan buscar atención médica de inmediato.
La mejor forma de proteger el corazón es evitar estos riesgos. En fiestas o situaciones de encuentro social, hay que considerar reducir el consumo o hacerlo de forma moderada. Al optar por un estilo de vida más consciente, se estará cuidando la salud y asegurando que el corazón funcione al máximo de su capacidad durante más tiempo.