Desde el ámbito de la teoría, la Ley 64-00 crea el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales como órgano rector de la gestión del medio ambiente, los ecosistemas y los recursos naturales para que cumpla con las atribuciones que, de conformidad con la legislación ambiental en general, corresponden al Estado, con el fin de alcanzar el desarrollo sostenible. Es casi imposible pensar que una institución pública pueda concretar su misión, visión y valores, a sabiendas de que la burocracia inoperante ha sustituido a la gerencia moderna y productiva.
A juzgar por los hechos, el gobierno actual no ha alcanzado logros significativos en el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Parecería que las competencias e intereses de los dos últimos ministros de medioambiente (Miguel Ceara Hatton y Paíno Henríquez) no son compatibles con las 21 funciones estratégicas asignadas a esta entidad del Estado. Son muchos los ciudadanos insatisfechos con la calidad y fluidez de los servicios que reciben de parte del talento humano que labora en las distintas dependencias de esta agencia pública.
Para muestra un botón. Sin lugar a duda, el ministro de Medio Ambiente, señor Paíno Henríquez, está vivo, pero lo que se percibe en dicho ministerio es como si éste anduviera de parranda. La burocracia improductiva ha contaminado los procesos que facilitan a los ciudadanos solicitar y recibir servicios oportunos de esta dependencia estatal. El portafolio de servicios del Ministerio de Medio Ambiente incide en el bienestar, en el estado de ánimo y en la toma de decisiones de los ciudadanos. Acudir a la sede principal, a las direcciones provinciales y oficinas municipales de Medio Ambiente y Recursos Naturales a buscar un determinado servicio, se convierte en una experiencia negativa inolvidable.
Es inocultable, en los últimos años, la burocracia, la ausencia de cortesía y el desconocimiento del buen servicio a los ciudadanos/clientes, han retornado a los ámbitos de las instituciones públicas. En los últimos años, en RD, la calidad humana y profesional, así como la fluidez, empatía y amabilidad del talento humano de primer contacto con los ciudadanos/clientes, se han ido de parranda. ¿Qué hace y dice al respecto el ministro de la Administración Pública (MAP), señor Sigmund Freund?
Llora ante la presencia de Dios los saltos, maromas y obstáculos que tienen que enfrentar los ciudadanos de a pie, cuando apegados a las normas y procedimientos establecidos, acuden a una de las dependencias del Ministerio de MedioAmbiente y Recursos Naturales, con la finalidad de obtener una autorización o permiso para la construcción de un pozo de agua subterránea, que les proporcione el agua que les niegan los organismos públicos creados para tales fines. Lo cierto es que la burocracia y la apatía seexpanden como la verdolaga, tanto en la sede central como en las direcciones provinciales y oficinas municipales de Medio Ambiente. Definitivamente, en RD existen agencias públicas que no tienen suerte.
La burocracia que actualmente rodea el proceso de autorización que otorga MedioAmbiente para la construcción y explotación de pozos de aguas subterráneas, está quebrando a las empresas que llevan a cabo dicho trabajo. Además, provoca molestia, ira, insatisfacción y angustia a los ciudadanos que, por no tener agua pública potable, se ven obligados a invertir parte de sus limitados recursos económicos en la excavación de un pozo subterráneo. Es evidente, no existe sinergia entre las 21 funciones asignadas al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y lo que dicha entidad hace. En pocas palabras, en este ministerio, la teoría y la práctica andan cada una por su lado.
El ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, licenciado Paíno Henríquez, haría muy bien en pedirles a sus colaboradores internos del área de planificación estratégica, que realicen una revisión creíble, eficaz y eficiente de algunos de los procesos relacionados a la prestación de determinados servicios que ofrece dicha entidad. Por ejemplo, es inexplicable, improductivo, inútil e irracional que para un ciudadano solicitar y obtener un permiso para construir un pozo de agua subterránea, requiera los siguientes requisitos:
- Carta de solicitud, dirigida al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales;
- Copia de cédula de identidad y electoral del promotor del proyecto;
- Copia de título de propiedad del terreno;
- Informes de construcción de los pozos;
- Memoria explicativa del uso que se dará a las aguas;
- Descripción de los sistemas de captación y conducción previstos;
- Descripción de los sistemas de tratamiento y almacenamiento previstos;
- Plano general del terreno o zona de alumbramiento de las aguas;
- Características constructivas del pozo;
- Cheque certificado o de administración por valor de RD$ 5,000.00 (cinco mil pesos) a nombre del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, al momento de la solicitud del permiso.
Aunque en el sitio web de Medio Ambiente se dice que el tiempo de respuesta es de 10 a 15 días, la verdad es que el mismo se extiende entre 60 y 90 largos y tediosos días, en ocasiones hasta más de ahí, según dicen representantes de empresas perforadoras. ¿Por qué ponérsela tan difícil a los ciudadanos que necesitan construir un pozo de agua subterránea, para obtener el agua que no le proporciona el gobierno? ¿Por qué se ha permitido que los militares de Medio Ambiente interfieran en el monto del permiso para perforar un pozo de agua subterránea? ¿Sabrá el ministro e Medioambiente lo que están haciendo algunos oportunistas con los recursos naturales en RD?