Unos 300 millones de personas sufren de depresión, lo que representa casi el cuatro por ciento de la población mundial, un porcentaje que aumenta entre las mujeres y los adultos mayores.
La depresión, según la Organización Mundial de la Salud, “implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo”.
Sin duda, la depresión puede afectar a cualquier persona, pero quienes hayan vivido abusos, hayan tenido pérdidas graves o pasen por episodios estresantes tienen más probabilidades de sufrirla.
Si bien existen terapias y medicamentos paliativos, como los llamados antidepresivos, el cuidado personal es una de las mejores maneras de evitar caer en un estado depresivo.
Ejercicio. Fomenta una mayor interacción social porque da la oportunidad de conocer a otras personas. Foto: Shutterstock.La Clínica Mayo, de Estados Unidos, admite que “cuando sufres depresión o ansiedad, es frecuente que lo último que quieras hacer sea ejercicio, pero una vez que empiezas y sigues haciéndolo, este puede hacer una gran diferencia”.
El ejercicio regular, según se ha comprobado, puede prevenir y aliviar distintos problemas de salud, como la hipertensión, la diabetes o la artritis. “Las investigaciones sobre la depresión y el ejercicio muestran que los beneficios físicos y para la salud mental también pueden mejorar el estado de ánimo”, explica la Clínica Mayo.
La entidad reconoce que la relación entre la depresión y el ejercicio todavía es algo confusa. Sin embargo, el ejercicio regular resulta efectivo para liberar endorfinas, sustancias químicas naturales del cerebro que pueden mejorar la sensación de bienestar.
El otro beneficio es que el ejercicio regular ayuda a “quitar preocupaciones de tu mente”, siempre según la Clínica Mayo, que agrega: “pensar en otra cosa en lugar de preocuparte puede alejarte del ciclo de pensamientos negativos que alimentan la depresión”.
El ejercicio permite ganar confianza al alcanzar sus metas o desafíos, aunque sean pequeños. También fomenta una mayor interacción social porque da la oportunidad de conocer a otras personas.
Quizá uno de los beneficios más destacados a la hora de superar el trastorno depresivo es que el ejercicio enseña a enfrentar los problemas de manera saludable. Los especialistas consideran que beber alcohol, obsesionarse con lo mal que uno se siente o esperar a que la depresión desaparezca por sí sola no resuelven el problema, sino que, al contrario, son actitudes que suelen empeorar los síntomas.
El ejercicio regular ayuda a quitar preocupaciones de la mente. Foto: Shutterstock.En este sentido, cabe aclarar que la actividad física y el ejercicio regular no son lo mismo, aunque ambos resultan benéficos para la salud física y mental. Mientras que la primera incluye a casi cualquier movimiento que ponga a trabajar los músculos y requiera energía, el segundo es un movimiento planificado, estructurado y repetitivo del cuerpo.
Entonces, la actividad física puede comenzar de a poco. Por ejemplo, subiendo escaleras en vez de utilizar el ascensor, realizando breves caminatas o yendo a trabajar en bicicleta.
Para la mayoría de los adultos, se recomiendan 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada o 75 de actividad intensa.
