Las condiciones del Gran Premio de Sao Paulo, en ocasiones cercanas al aquaplaning, supusieron un enorme desafío para todos los pilotos de Fórmula 1, pero aún más para los inexpertos de la parrilla. Entre los que participaron en menos de diez carreras, solo Liam Lawson sabía lo que era rodar bajo lluvia, cuando lo hizo en el Gran Premio de Países Bajos del pasado curso.
La clasificación ya fue complicada, con muchos pilotos que se estrellaron debido a la humedad del asfalto, como ocurrió con Alex Albon, Franco Colapinto, Fernando Alonso, Lance Stroll y Carlos Sainz. Entre los novatos estaba el argentino, que se fue contra el muro en la tercera curva, mientras que Oliver Bearman también se quedó fuera en la Q1, pero el neozelandés logró una meritoria quinta plaza en la parrilla.
Un día después, en la carrera, el de Haas hizo un trompo tras golpear en el cuarto giro a su otro joven contrincante, por lo que recibió una penalización, antes de tocar las barreras, mientras que el de Williams provocó la bandera roja por su impacto en el último sector, pero mucho mejor le fue al del Visa CashApp RB, quien a pesar de protagonizar un trompo, pudo alcanzar los puntos.
Sus ritmos fueron algo peores que los de sus respectivos compañeros cuando se pudieron comparar, aunque para Franco Colapinto no fue posible porque Alex Albon no participó por los daños en su monoplaza, y dijo: “Paramos para poner los intermedios, creo que la pista era inconducible, no deberíamos haber pilotado en ese momento”.
“Estábamos como a quince segundos del ritmo, y también pusimos intermedios calientes en el coche. Tratamos de mantener la temperatura alta, estábamos apretando, y había un río muy grande antes de la recta, perdí el coche de una manera muy agresiva allí, así que fui un pasajero”, explicó el argentino sobre su accidente.
Liam Lawson dijo que casi acaba antes de tiempo su carrera: “Estuve a punto de estrellar el coche probablemente diez veces. Estaba muy complicado, pero lo más importante era permanecer en la pista, y afortunadamente pudimos hacerlo”.
Por su parte, Oliver Bearman era consciente de que su rendimiento no estuvo a la altura de lo esperado en su sustitución por Kevin Magnussen: “Para ser el mejor y sumar puntos, necesitaba mantenerme en pista todo el tiempo, y desafortunadamente, no lo hice. Cometí demasiados errores, así que sí, son condiciones difíciles, pero aún así no fui lo suficientemente bueno, pero eso es bueno para mí, para aprender cosas nuevas, hacer una carrera en mojado es muy raro en la Fórmula 1, así que aprovecharlas todas y dar todas las vueltas es una gran experiencia”.
El británico sufrió especialmente con los neumáticos intermedios, y lamentó la falta de previsibilidad en las curvas de alta velocidad, lo que mermó su confianza. Su director, Ayao Komatsu, era muy consciente de que la cita brasileña iba a ser muy complicada para el joven piloto, y cree que los errores se debieron a la inexperiencia, pero también culpó a los repetidos bloqueos del coche a las características el propio monoplaza.
“No es el mejor coche en estas condiciones. ‘Ollie’ [Bearman] cometió demasiados errores, es el primero en admitirlo”, dijo. “Después de la bandera roja, le dije, ‘mira, van a pasar muchas cosas, solo tienes que permanecer en la pista’, pero se dio cuenta de que tenía ritmo, estaba demasiado ansioso, presionando mucho, saliéndose dos veces”.
“Entonces le dijimos bajo el coche de seguridad, ‘cálmate, está bien, quédate en la pista, todavía quedan 31 vueltas, pueden pasar muchas cosas, solo tienes que estar ahí para recuperarte’, y entonces estuvo conduciendo mejor después, pero todavía inconsistente, no podía poner sectores verdes juntos”, explicó. “De nuevo, eso es experiencia”.
Ayao Komatsu añadió que la aparición del inglés en la SQ3 de la sprint shootout en seco durante el viernes fue “notable” y que la experiencia que adquirió después en condiciones de lluvia sería “impagable” tanto para el piloto como para su equipo.
Las expectativas se mantuvieron bajar para los jóvenes, y con razón. Después de todo, el último debutante en conseguir un podio bajo la lluvia fue, dependiendo de la definición, Sebastian Vettel cuando venció en el Gran Premio de Italia 2008 en su primera campaña completa en la categoría, y para encontrar a novatos que hicieran lo mismo hay que remontarse al Gran Premio de Japón 2007, con Lewis Hamilton.
Información adicional de Oleg Karpov, Filip Cleeren y Jonathan Noble
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