Los llamados “superalimentos” son aquellos que aportan beneficios al cuerpo convirtiendo su alto poder nutricional en algo reseñable. Uno de ellos son las semillas de chía, esas pequeñas semillas ovaladas de 1 o 2 milímetros que al ponerse en contacto con líquidos, absorben varias veces su peso y forman un gel translúcido debido a su rico contenido de fibra soluble.
Según apunta a La Nación la nutricionista Katherine Toscano, dueña del sitio web Nutricionista Guayaquil I Dietas, el contenido nutricional de la chía es tan importante que con tan solo dos cucharadas de semillas de chía contienen un 20% de proteína y un 32% del requerimiento diario de magnesio.
Además, destacó que tiene más contenido en calcio que la leche, es rica en potasio y contiene el doble de antioxidantes que los arándanos.
Entre los nutrientes, la Fundación Española de Nutrición destaca su contenido en omega-3 y fibra soluble, entre 17 a 20 gramos de ácidos grasos omega 3 y 34 a 40 gramos de fibra dietética por cada 100 gramos de producto.
Tal y como recoge la OCU, “una ración de chía son dos cucharaditas (10 gramos) al día, perfecto para cubrir las necesidades diarias de un adulto de omega 3“. Lo que además de favorecer la salud cardiovascular y cerebral, favorece la reducción del colesterol y mejora el tránsito intestinal.
Cabe recordar que un 33% de chía es soluble y al tomarse con agua o líquidos, una de las formas más populares es en forma de pudding, aumenta su volumen hasta poder absorber 10 veces su peso en agua. Esto hace que sea una opción saciante también para las personas que buscan perder peso.
A pesar de su riqueza en nutrientes, este superalimento no es la clave esencial para una dieta equilibrada que debe componerse de alimentos variados. Además, cabe recordar que antes de hacer cualquier cambio en la dieta conviene consultar con el médico o especialista, especialmente si se tiene algún tipo de enfermedad.
