Los Pixel 9 Pro y iPhone 16 Pro son de los mejores teléfonos del mercado. Verdaderas bestias a nivel técnico y que tienen un diseño y características de lo más atractiva. Y ahora, sabemos cuánto cuesta fabricar un iPhone 16 Pro y un Google Pixel 9 Pro.
Hablamos de los modelos con la configuración más básica, por lo que en función de sus características el precio se encarece. Y ya te adelantamos que fabricar un iPhone 16 Pro o un Pixel 9 Pro no es precisamente barato.
Esto es lo que cuesta fabricar un iPhone 16 Pro y un Pixel 9 Pro
Como verás más adelante, los costes de fabricación son muy inferiores a los de venta. Pero hay que tener en cuenta todo tipo de gastos indirectos, como marketing, diseño, investigación…. Pero veamos lo que cuesta fabricar un iPhone 16 Pro y un Pixel 9 Pro.
Todo gracias a un reciente informe de Nikkei que se ha publicado en redes sociales y donde sorprenden las cifras. Para que te hagas a la idea, el Google Pixel 9 Pro tiene un coste de fabricación cercano a los 406 dólares. ¿El precio del Google Pixel 9 Pro? Cuesta 999 dólares en Estados Unidos.
Y en el caso del iPhone 16 Pro, tiene un coste de fabricación de 568 dólares para un modelo que se vende en Estados Unidos por 1099 dólares. Sí, hasta parece que Apple ajusta un poco más el precio. Destacar que en el caso del Pixel 9 Pro, Google ha abaratado el coste del terminal en un 11% respecto a su predecesor.
Por ejemplo, la pantalla cuesta 75 dólares, y la cámara 61 dólares. ¿El componente más caro? El procesador Tensor G4 desarrollado por Google y que tiene un coste de 80 dólares.
En el caso del iPhone 16 Pro, su pantalla OLED tiene un precio de 110 dólares, la cámara alcanzar los 91 dólares, y el componente más caro es su completo procesador A18 Pro que tiene un precio de 135 dólares.
Como curiosidad, te invitamos a pasarte por este artículo donde los compañeros del medio Movilzona desgranaron el precio de los iPhone 14 Pro, que alcanzaba los 432 euros al cambio, o el Pixel 7 Pro, que costaba 386 euros al cambio. Queda claro que, cuanto más potente sea el teléfono, mayor será su coste de fabricación. Aunque el uso de los mismos componentes en algunos casos ayude a reducir costes.
