Fue uno de los más talentosos, inquietos y exitosos productores de la historia de la música popular del siglo XX y, también, del nuevo milenio. Su carrera atraviesa toda la música negra, del jazz al soul y al funk, pero también dejó su impronta en la música pop, con los tres primeros y exitosísimos álbumes como solista de Michael Jackson: Off The Wall (1979), Thriller (1982) y Bad (1987). Quincy Jones, murió este domingo, 3 de noviembre, en su casa de Bel Air, California, a los 91 años.
A través de un comunicado de Associated Press, la familia hizo el anuncio: “Esta noche, con el corazón pleno pero roto, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque esta es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”.
El benemérito crítico Carlos Sampayo en Discografía personal del jazz (1920-2011), editado por Gourmet Musical, escribió a propósito de The Quincy Jones ABC/Mercury Big Band Jazz Sessions, una compilación de 12 álbumes por el sello Mosaic: “Quincy Jones se había dado a conocer como miembro de la big band de Dizzy Gillespie en 1955, en el team de trompetas aunque sin tocar solos, pero ya había trabajado para varios músicos, como Lionel Hampton, en calidad de arreglador y compositor, después de un período de estudios con la compositora Nadia Boulanger en París (en cuyo estudio coincidió con Astor Piazzolla, que estaba allí por las mismas razones). En la banda de Gillespie, Jones no solo era uno de los trompetistas sino, junto a Melba Liston, uno de los directores musicales oficiosos. Era un joven talentoso y lleno de energía y el jazz era el lenguaje natural a través del cual se expresaba, usando la orquesta como vehículo de tal expresión, siguiendo así la estela de Ellington, pero sin presencia instrumental de su parte. Era un director-director. ¿Qué hace un líder de big band, aparte de trazar las líneas generales y escribir los arreglos? Rodearse de buenos solistas, si la música que presenta tiene una fuerte marca expresiva, como en su caso. La lista es impresionante: en las grabaciones de 1956 están, entre otros, Art Farmer, Phil Woods, Jimmy Cleveland, Charles Mingus, Lucky Thompson, la flor y nata del jazz de Nueva York. Los seis temas de esta orquesta fueron grabados para ABC Paramount (el sello antecesor de Impulse!), como una experiencia aislada; no podemos hablar en este caso de una orquesta de Quincy Jones, sino de dos grupos de músicos reunidos para sendas ocasiones”.
Dirigió y arregló para Frank Sinatra y colaboró con un listado apabullante de primeras figuras: Betty Carter, Dinah Washington, Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald, Little Richard, Aretha Franklin, Donny Hathaway, Minnie Ripperton, Al Jarreau, Luther Vandross, Chaka Khan, Michael Jackson, James Ingram y Tamia, entre otros.
Uno de sus trabajos más importantes es The Quintessence, que al frente de su orquesta lanzó en 1962. La formación incluye, entre otros monstruos, a Thad Jones y Freddie Hubbard en la línea de trompetas; Melba Liston y Billy Byers en la fila de trombones; Phil Woods, Frank Wess y Oliver Nelson en los saxos. Milt Hinton en el bajo, Bill English en la batería, Patricia Brown en el piano y Julius Watkin en el corno francés.
A Quincy Jones se lo puede rastrear en discos imprescindibles, como arreglador junto a Ralph Burns, de Genius+Soul=Jazz, uno de los más logrados álbumes de Ray Charles, publicado en 1961 por el sello Impulse!.
También incursionando en la Bossa Nova, junto a su Big Band en un notable álbum de 1962. El tema que abría ese disco “Soul Bossa Nova”, fue la banda sonora de una publicidad de una marca de ropa deportiva en la previa del Mundial de Fútbol de Francia, en 1998.
Pero el más popular de sus trabajos ha sido a comienzos de los 80, con Michael Jackson. Cuando escuchás el beat de “Billie Jean”, por ejemplo, parece increíble que hayan pasado más de 40 años de esa sesión de grabación.
En 1985, produjo “We Are The World”, la canción con fines benéficos que escribieron Michael Jackson y Lionel Ritchie, y de cuya grabación participaron, entre otros, Stevie Wonder, Paul Simon, Kenny Rogers, Tina Turner, Billy Joel, Diana Ross, Dionne Warwick,Willie Nelson, Al Jarreau, Bruce Springsteen, Kenny Loggins, Steve Perry, Daryl Hall, Huey Lewis, Cyndi Lauper, Bob Dylan, Ray Charles, Dan Aykroyd, Harry Belafonte, Bob Geldof, Bette Midler, John Oates y Smokey Robinson.
Como una especie de autobiografía musical de tres minutos, Quincy recreó al ritmo del rap el big bang del bebop en “Jazz Corner of the World”, junto a Big Daddy Kane y Kool Moe Dee, como antesala de una nueva versión de “Birdland”, el clásico de Weather Report que rendía tributo al célebre club de jazz de Nueva York, incluída en su disco Back on the Block (1989).
En 2018, el documental Quincy acercó su figura a las nuevas generaciones y puso en perspectiva una vida increíble, que más allá del reconocimiento de la industria (con decenas de premios Grammy) permite verlo con personalidad destacadísimas, como Nelson Mandela, el Papa Juan Pablo II, Paul McCartney, Tony Bennett y, claro, Frank Sinatra.