Dos startups de inteligencia artificial (IA), Eteched y Decart, han presentado Oasis, un proyecto descrito por sus creadores como el primer “videojuego jugable generado por inteligencia artificial”. Con una premisa que promete ofrecer una experiencia de mundo abierto en tiempo real sin necesidad de motor grfico ni cdigo, las expectativas eran altas… hasta que los jugadores comenzaron a darse cuenta de un pequeo detalle: Oasis es prcticamente un clon de Minecraft, pero en su versin menos lograda a la que ni siquiera parece posible poder jugar.
Con un funcionamiento que depende de transformadores de difusin para analizar las entradas de teclado en tiempo real, Oasis genera elementos de juego, como reglas, objetos, fsica y grficos sobre la marcha. El resultado debera ser una experiencia “nica”, prometen sus creadores, pero en realidad, el juego se parece sospechosamente al icnico sandbox de Mojang. Desde el estilo visual hasta la interfaz, mecnicas y animaciones, Oasis parece copiar sin reparos el juego original, aunque con resultados bastante inestables y caticos.
Un clon de Minecraft que ni siquiera funciona
Oasis no solo se asemeja a Minecraft, sino que parece una versin poco cocinada del juego original: si logras acceder a l (cosa que en Vandal no hemos podido hacer incluso esperando en varias ocasiones los muchos minutos de cola virtual que hay que hacer en su web oficial) parece que en cuanto el jugador desva la vista de un entorno, el mismo comienza a transformarse aleatoriamente, a veces incluso en estructuras imposibles que desafan las leyes de la lgica, rompiendo con cualquier sensacin de inmersin y estabilidad. Los desarrolladores admiten que Oasis es una “demo tcnica” y un mero concepto.
Oasis generates frames based on your keyboard inputs. You can move and jump around, break blocks, and build and explore a brand new map every game. pic.twitter.com/NFc23PaBZT— Etched (@Etched) October 31, 2024
Ms all de las similitudes evidentes, el proyecto pone sobre la mesa un tema recurrente en la era de la inteligencia artificial: los vacos legales en torno a los derechos de autor. La IA, que se alimenta de grandes volmenes de contenido preexistente, contina ocupando una zona gris en cuanto a la propiedad intelectual, y en este caso, Oasis parece estar directamente entrenado con grabaciones de sesiones de Minecraft, aunque el juego de Mojang no se menciona ni una sola vez en documentos oficiales del proyecto.