La insólita historia de una familia británica que ha preferido mantener su apellido en el anonimato ha dado la vuelta al mundo. Los padres de su bebé han tenido que lidiar a contrarreloj con el que probablemente ha sido uno de los peores momentos de su vida. La Justicia separó al recién nacido de la pareja después de que un estudiante de medicina concluyera que el bebé sufría abusos tras hallar en su cuerpo ciertos hematomas. Sin embargo, el joven había cometido un error a la hora de diagnosticar la enfermedad que realmente padecía.
El menor padecía la enfermedad de Von Willebrand
Una pareja felizmente unida acababa de tener un bebé cuando el diagnóstico erróneo de un estudiante de medicina lo cambió todo. Fue un día cualquiera cuando la familia acudió al médico para someter al recién nacido a una revisión periódica. Sin embargo, todo se truncó cuando un estudiante en prácticas encargado de la cita atendió al menor. Según ‘The Sub’, durante la revisión descubrió una serie de hematomas de 2,5 centímetros ubicados en las costillas inferiores del cuerpo del bebé que le llamaron bastante la atención. El futuro médico no encontró ninguna afección o condición que justificara los hematomas tras realizarle varias pruebas al menor. Tampoco sus padres conocían la causa detrás de las lesiones, lo que llevó al joven estudiante a sospechar de ellos.
La familia argumentó en ese momento que, probablemente, el bebé se hubiera golpeado con alguno de sus juegues de forma accidental. Aun así, dos días después, el menor fue sometido a otra revisión sanitaria de la mano de un profesional especializado en protección infantil. Cardiff aseguró que el bebé tenía un “importante hematoma en la pared torácica” tal y como ha señalado el citado medio neoyorquino. Además, el sanitario expresó que la lesión no podía estar ocasionada por ningún juguete de forma “accidental”. Los médicos no encontraban explicación alguna a los graves moratones que padecía el recién nacido. Fue entonces cuando acusaron a los padres de abusar del menor. Pocos días después, el Consejo del Valle de Glamorgan (Reino Unido) le arrebataba al bebé y lo puso al cuidado de otros familiares. Además, el caso no tardó demasiado en llegar a los tribunales.
Los padres de este niño que negaban rotundamente las graves acusaciones no daban crédito de lo que estaba ocurriendo. El juez de distrito, Julian Hussell, aprobó una orden para el cuidado provisional y retrasó el caso para que un pediatra consultor pudiera evaluar al bebé. A partir de aquí, comenzaron a surgir dudas sobre las primeras revisiones médicas. Un tercer pediatra descubrió poco después que el menor padecía la enfermedad de Von Willebrand tras realizarle unos análisis de sangre. Lo cierto es que esta afección se manifiesta con diversos hematomas, hemorragias nasales u otro tipo de sangrados. Según la valoración de este tercer médico, el menor se habría golpeado con la barra de su carro. Este podría ser uno de los motivos detrás de la aparición de hematomas.
El juez devolvió el menor a sus padres seis meses después
Tras seis meses separados, el juez devolvió la tutela del recién nacido a sus padres. El matrimonio ha calificado el proceso judicial de “traumático” y como una “terrible experiencia”. Por su parte, el juez concluyó que no existía riesgo alguno de abusos y además señaló que los padres habían sido “cooperativos en todo momento”. También destacó el “cuidado excelente” que habían hecho hasta ahora del menor y su “cálido y amoroso vínculo”. El Consejo del Valle de Glamorgan concluyó que los hematomas se habían producido por la condición del menor y no por una atención inadecuada. Su abogado, James Lewis, señaló que los primeros exámenes “no eran muy firmes”. “Tengo que decir que no puedo imaginar la tensión que estos procedimientos han supuesto para la madre, el padre y la familia en su conjunto”, añadió en ‘The Sun’.
Una mujer descubre que padece la enfermedad de Von Willebrand a los 50 años y casi muere
Lo cierto es que este no es un caso aislado. Al parecer, existen cientos de personas que padecen la enfermedad deVon Willebrand sin ser conscientes de ello. Esto es lo que le ocurrió a Jo Traunteer, una mujer de 50 años. La neoyorquina pensó que sus abundantes periodos eran normales y poco después descubrió que sufría esta enfermedad. Según cuenta en ‘The Sun’, la mujer se hacía daño con frecuencia y con facilidad. Por este motivo, siempre estaba llena de moratones y hematomas. Finalmente fue diagnosticada a los 37 años.