La tensión política en Estados Unidos se intensifica en medio de la contienda electoral, luego de que se revelara que funcionarios de la Casa Blanca alteraron la transcripción oficial de una llamada telefónica del presidente Joe Biden. Según dos funcionarios del gobierno y un correo interno obtenido por Associated Press, en la versión taquigráfica, la cita de Biden fue modificada para incluir un apóstrofe, lo que sugiere que el presidente se refería a un comediante y no a los millones de estadounidenses que apoyan al exmandatario Donald Trump.
La controversia se origina a raíz de comentarios realizados por Biden en una entrevista con CNN, donde definió a los seguidores de Trump como «basura» en respuesta a las declaraciones de un humorista que había calificado a Puerto Rico como una «isla flotante de basura» durante un mitin del líder republicano en Nueva York. “Déjenme decirles algo. (…) La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores”, dijo Biden, una afirmación que generó críticas inmediatas.
En respuesta a la situación, la oposición republicana en el Congreso ha anunciado la apertura de una investigación para determinar si la Casa Blanca infringió alguna ley federal al modificar las palabras del presidente. Esta alteración ha suscitado un debate sobre la ética y la transparencia en la administración de Biden, especialmente en un año electoral crucial.
Además, Kamala Harris, la vicepresidenta y candidata demócrata, se ha distanciado de los comentarios de Biden, lo que añade un nuevo elemento de tensión dentro del partido. La Casa Blanca, por su parte, ha defendido la modificación, afirmando que se trató de un error de interpretación y que el presidente se refería únicamente al humorista y no a los simpatizantes de Trump.
Con las elecciones a la vista, este incidente podría tener repercusiones significativas en la percepción pública de Biden y su administración, mientras el debate sobre la política y la retórica en la arena electoral continúa acaparando la atención.