Un novedoso método de investigación del Instituto Andaluz de Astrofísica los revela en una zona «vaciada» por la pérdida de masa atmosférica
El astrofísico andaluz que ha hallado un centenar de planetas: «Descubrimos cosas que superan nuestra imaginación»
El Instituto Andaluz de Astrofísica (IAA), con sede en Granada, ha liderado una investigación que ha permitido descubrir cinco nuevos planetas en una región espacial conocida como «el desierto de los Neptunos», en la que los científicos no pensaban hallar nada.
Hasta ahora, han apuntado desde el instituto, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se habían registrado muy pocos planetas similares a Neptuno «con órbitas de entre dos y cuatro días de periodo alrededor de su estrella». Sin embargo, gracias a una «novedosa técnica, los investigadores del IAA, en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias, ha dado con cinco nuevos.
Están en torno a estrellas enanas rojas situados, precisamente, en ese desierto. El hallazgo se ha publicado en la revista Astronomy & Astrophysics y es el fruto de un trabajo buscaba clarificar la naturaleza planetaria de trece Objetos de Interés de TESS (TOIs, por sus siglas en inglés), una misión de la NASA de búsqueda de planetas extrasolares.
«Estos objetos podían resultar tanto planetas como otros cuerpos que los imitan fotométricamente, como las enanas marrones –consideradas el eslabón entre las estrellas de baja masa y los grandes planetas gaseosos– o los sistemas estelares binarios», ha señalado Alberto Peláez Torres, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Un método novedoso
Desde el citado organismo han explicado que, para escoger el método más adecuado para identificar la naturaleza de estos objetos planetarios sin clasificar, la estrella anfitriona –alrededor de la cual orbitan– desempeña un papel clave. En algunos casos, hay planetas que orbitan estrellas cuya debilidad impide llevar a cabo estudios con las técnicas más tradicionales. Esto es lo que ocurre con las enanas rojas, las estrellas anfitrionas en las que se centra esta investigación.
«Las estrellas de tipo M son ideales para descubrir posibles planetas pequeños que orbitan a su alrededor, debido a su baja temperatura y a su pequeño tamaño, que reduce el contraste entre los radios de la estrella y el planeta», ha añadido Alberto Peláez.
El grupo investigador ha optado por una metodología innovadora basada en fotometría de tránsitos multicolor. Es decir, observar el brillo de una estrella a través de diferentes filtros de colores. Para ello han utilizado instrumentos terrestres como MuSCAT2, MuSCAT3 y LCO-Sinistro, junto con observaciones de alta resolución espacial y las curvas de luz de TESS. Como resultado, han validado cinco de los candidatos a exoplanetas de TESS: TOI-1883b, TOI-2274b, TOI-2768b, TOI-4438b y TOI-5319b.
«Este estudio contribuye a consolidar la fotometría multicolor de tránsito como una técnica válida y eficiente en el campo de exoplanetas para confirmar o descartar la naturaleza planetaria de los candidatos propuestos por la misión TESS», ha incidido Emma Esparza, investigadora del Instituto de Astrofísica de Canarias y segunda autora del trabajo.
Un espacio ‘vacío’
A este hallazgo se le suma un valor adicional, ya que varios de los cinco planetas validados, principalmente TOI-2768b, se ubican directamente en el desierto de los Neptunos. Esta región se caracteriza por la escasez de planetas de ese tamaño –cuatro veces el radio terrestre– lo que hace que el descubrimiento sea especialmente inusual. Diversos estudios señalan que en esta área ocurren fenómenos físicos que la «vacían» de planetas de estas características, como la pérdida de masa atmosférica debido a la irradiación de alta energía de su estrella, proceso conocido como fotoevaporación.
«El descubrimiento de planetas en el desierto de los Neptunos es crucial para el avance en el estudio de exoplanetas, pues investigar el estado de sus atmósferas podría arrojar luz sobre los fenómenos que afectan a estos planetas y explicar su escasez en dicha región», ha apuntado Alberto Peláez.
A lo largo de los años, los hallazgos planetarios han evidenciado que el desierto de los Neptunos, un concepto propuesto en 2016 que incluía planetas con períodos orbitales de entre uno y cuatro días y radios de entre dos y seis veces el de la Tierra, no coincide con la distribución actual de exoplanetas.
Con esta premisa, el estudio ahora publicado propone una nueva definición del desierto de los Neptunos, que abarca únicamente planetas de entre dos y diez veces el tamaño de la Tierra, y que, además, deben orbitar muy cerca de su estrella: si tienen un tamaño pequeño dentro de este rango, completan una órbita en un solo día; si son más grandes, les toma alrededor de tres días.
Este trabajo no cuenta con una muestra lo suficientemente representativa de planetas validados –cerca o dentro del desierto de los Neptunos– como para ofrecer datos estadísticos concluyentes. «Aun así, los planetas descubiertos abren la puerta a futuros estudios sobre su masa, densidad y caracterización atmosférica, lo que podría proporcionar información clave para entender la naturaleza física de esta región del espacio», ha finalizado Peláez.