31 de octubre de 2024, 11:13
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Vicente I. Sánchez | @Snchez1Godotx
Para muchos, Grease está y estará siempre asociada a la icónica película de 1978 dirigida por Randal Kleiser y protagonizada por John Travolta y Olivia Newton-John. Sin embargo, este musical debutó en 1971 en Chicago y, un año después, dio el salto a Nueva York, convirtiéndose casi de inmediato en uno de los espectáculos más exitosos de Broadway. Con siete nominaciones a los Premios Tony y más de 3.800 funciones en el Teatro Majestic, este musical, con libreto, música y letras de Jim Jacobs y Warren Casey, es sinónimo de éxito.
Para seguir explorando el legado de este clásico y celebrar su 50 aniversario, Grease ha vuelto a estrenarse en el Teatro Apolo de Madrid en una edición especial de tan solo 12 semanas. Bajo la dirección de David Serrano y la producción de SOM Produce, esta es una oportunidad única para reencontrarnos con un clásico que revolucionó el género musical, lleno de temas icónicos como “Summer Nights” y “You’re the One That I Want”.
Aunque conserva la esencia y la alegría de la versión cinematográfica, es importante aclarar que este montaje está basado en el musical original de 1971, lo que puede sorprender a algunos seguidores de la historia de amor entre Danny Zuko y Sandy. La obra original presenta ciertas diferencias respecto a la película de 1978, optando por un enfoque más coral en el que cada personaje tiene su momento para brillar y cantar. Si bien algunos personajes y canciones varían, Grease se mantiene fiel a su propósito principal: divertir al público con un tono ligero y despreocupado, sin intenciones de profundizar en temas sociales ni en el desarrollo de personajes complejos. Situada en un instituto típico de Estados Unidos en 1957, la trama apenas toca superficialmente la realidad de la América post-Segunda Guerra Mundial, retratando una época de aparente felicidad.
Grease el musical es un complemento ideal a la película y un espectáculo con auténtico sabor a Broadway.
Con la dirección musical de Jesús Serrano, Grease destaca principalmente por sus canciones y coreografías, con temas de sobra conocidos y adaptados al español sin perder su esencia o ritmo. Un ejemplo es el estribillo de “Greased Lightning”, que se ha optado por mantener en inglés para conservar la estructura rítmica. Pese a algunos momentos en los que la traducción podría sonar menos natural, el trabajo de adaptación resulta lo suficientemente acertado como para no decepcionar a los seguidores más fieles. Cabe recordar que esta versión del musical presenta algunas canciones nuevas, especialmente divertidas, que no aparecen en la película.
La puesta en escena es moderna y sencilla, evocando con éxito la esencia de la cultura americana de los años 50. En este sentido, Grease puede considerarse el musical “feel good” por excelencia. Gran parte de su éxito se debe al talento del joven reparto, en el que destacan Mia Gardner como Sandy y Quique Niza como Danny Zuco, ambos logrando capturar la chispa y el carisma de estos personajes icónicos. Además, Adrián Lastra brilla en el papel de Vince Fontaine, aportando frescura y simpatía al interactuar con el público y protagonizar uno de los momentos más entretenidos de la obra, con una canción sobre la importancia de estudiar y no ser conformista. En conclusión, Grease el musical es un complemento ideal a la película y un espectáculo con auténtico sabor a Broadway.
