La final de la UEFA Champions League femenina celebrada en San Mamés (Bilbao) el pasado 25 de mayo no solo fue un hito deportivo, sino también un motor económico para la comunidad vasca. Según un informe del Departamento de Cultura y Política Lingüística, junto con la Diputación Foral de Vizcaya y el Ayuntamiento de Bilbao, el evento generó un impacto económico de 23 millones de euros. Este resultado es un retorno sobre la inversión que multiplica por 17 el presupuesto inicial invertido por las instituciones locales para acoger la final.
El análisis del impacto económico revela que más de 2,9 millones de euros provinieron de la contratación de servicios de hasta 87 empresas locales. El gasto de los asistentes al partido, que incluye pernoctaciones, hostelería, comercio, transporte y actividades turísticas, ascendió a 8,8 millones de euros. A estos se suman más de 1,1 millones de euros en gastos por parte de aquellos que participaron en las actividades programadas alrededor del evento.
La final no solo se destacó por su impacto económico, sino también por establecer un nuevo récord de asistencia para una final de este torneo, con 50.827 espectadores. Además, el evento atrajo a 21.691 personas que participaron en diversas actividades en la ciudad, a pesar de no contar con entradas para el partido. En total, se movilizaron 72.518 personas, de las cuales el 58% fueron mujeres y el 65,4% provenían de fuera de Euskadi, destacando una significativa presencia de aficionados catalanes debido a la participación del FC Barcelona en la final.
El perfil de los asistentes fue predominantemente joven, con un 72% de ellos menores de 45 años, y se destacó el ambiente festivo, familiar y seguro que se vivió durante el evento. Además, 33.719 personas pernoctaron en la región, con la mayoría eligiendo alojamientos en Vizcaya, y casi el 80% aprovechó su estancia para disfrutar de la oferta turística local.
Récord de asistencia y participación en actividades
El evento no solo dejó un impacto económico, sino que también recibió altas calificaciones de satisfacción por parte de los asistentes, con una puntuación promedio de 8,7 sobre 10. Los aspectos mejor valorados incluyeron la comodidad y funcionalidad del estadio, la seguridad de la ciudad, la oferta hostelera y la organización del evento.
En términos de igualdad de género, el 75,8% de la ciudadanía vasca consideró que la final representó un avance significativo. Además, se espera que el éxito del evento mejore la capacidad de Bilbao y Euskadi para organizar futuros eventos de gran envergadura y atraer a un nuevo público al fútbol.
Finalmente, la cobertura mediática del evento también fue destacable, con 4.512 impactos en prensa, radio, televisión y redes sociales entre enero y junio, con un valor económico acumulado de 39,1 millones de euros. Esto subraya la relevancia y el alcance global de la final de la Champions League Femenina celebrada en San Mamés.