California, Estados Unidos.
La vicepresidenta y candidata demócrata a las presidenciales de EE.UU., Kamala Harris, se describió como una “capitalista pragmática” en su única entrevista a un medio en español en Telemundo.
“Soy una capitalista que cree que no todo el mundo empieza con la misma base, pero que todos tienen el empuje, las agallas y la ética laboral. Para tener éxito, tenemos que crear una economía que le ofrezca oportunidades a la gente”, anotó la vicepresidenta.
A menos de dos semanas para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Harris continúa con su campaña en estados clave como Arizona, Pensilvania y Nevada con la aspiración de convertirse en la primera mujer presidenta de EEUU.
La trayectoria de Harris, de 59 años, ha estado marcada por las primeras veces: fue la primera fiscal de distrito negra y la primera mujer en ejercer como fiscal general en California; la primera indio-estadounidense en llegar al Senado y la primera mujer en la Vicepresidencia de Estados Unidos.
Harris, sin embargo, insiste en presentarse a estas elecciones como el «underdog» (con menos posibilidades) y ha optado por no poner en primera línea el carácter histórico que tendría su eventual llegada a la Casa Blanca, en contraste con la campaña de Hillary Clinton en 2016.
En su biografía, ‘The Truths We Hold’, Harris explica que prefiere describirse a sí misma simplemente como «una estadounidense», y asegura que siempre se ha sentido cómoda con su identidad como mujer de raza mixta, que ahora su rival, el expresidente Donald Trump utiliza para poner en duda que sea lo suficientemente afroamericana.
Trayectoria
Nacida el 20 de octubre de 1964 en Oakland (California), es la hija mayor de una pareja de inmigrantes -Shyamala Gopalan, una investigadora contra el cáncer de la India, y Donald Harris, un economista de Jamaica-, que se divorciaron cuando ella tenía siete años.
Su nombre significa flor de loto y ella, de religión bautista, creció yendo de pequeña a una iglesia bautista negra y a un templo hindú. Pero pese a ese origen multicultural, asegura que siempre se ha sentido bien con su identidad y prefiere describirse a sí misma simplemente como “una estadounidense”.
Entre 2004 y 2011 fue fiscal de distrito en San Francisco y entre ese último año y 2017 ejerció como fiscal general de California. Tres años antes se había casado con el abogado Douglas Emhoff, a quien había conocido en una cita a ciegas.
En 2016 logró un escaño en el Senado y rápidamente se destacó por sus preguntas incisivas a miembros del Gobierno de Donald Trump (2017-2021), así como a dos jueces nominados por él para el Tribunal Supremo, entre ellos Brett Kavanaugh, acusado de abusos sexuales.
En 2020 se lanzó para competir por la nominación presidencial demócrata, pero tuvo dificultades para definir sus propuestas y y no logró recaudar fondos. El ganador de las primarias, Joe Biden, la eligió para la Vicepresidencia.
Ahí Harris apenas pudo brillar y ha sido etiquetada como una comunicadora mediocre y una jefa con la que es difícil trabajar. Biden le encargó atajar las «causas raíces» de la migración.
El pasado 23 de agosto se convirtió en la nominada demócrata para las elecciones presidenciales tras sustituir a Biden, que renunció a la reelección por los cuestionamientos por su desastrosa presentación en el primer debate presidencial contra Trump.
Harris está pasando los últimos días de campaña en los estados decisivos para las elecciones, como Pensilvania, pero quiere dar en Washington un mensaje final de cierre de campaña que vaya dirigido a todo el pueblo estadounidense antes de las elecciones del 5 de noviembre.