Fue de las primeras actrices en revolverse contra una industria sexista y en 1982 estuvo nominada al Oscar a la Mejor Actriz de Reparto por su papel en ‘Tootsie’
Actualizado
Hubo un tiempo que Teri Garr estuvo siempre ah. Revolcndose en el heno (o donde fuera) en El jovencito Frankenstein, de Mel Brooks; como la turbadora fan de los Monkees en Jo, qu noche, de Martin Scorsese; como amiga inseparable de la actriz Dustin Hoffman en Tootsie, de Sydney Pollack, papel por el que recibira una nominacin al Oscar; en la revolucionaria La Conversacin o en la exuberante Corazonada, las dos de Francis Ford Coppola; soportando al loco Richard Dreyfuss en Encuentros en la tercera fase, de Steven Spielberg; como madre trabajadora mientras Michael Keaton queda en casa en Las locas peripecias de un seor mam, o como madre de Phoebe (Lisa Kudrow) en Friends (aunque esto ltimo vino ms tarde). Ella fue uno de los rostros del Nuevo Hollywood. Siempre en segundo plano, pero siempre presente.
El martes muri a los 79 aos aquejada de una esclerosis mltiple diagnosticada en 2002. Con ella desaparece no solo una cmica excepcional, sino una intrprete de referencia que siempre plant cara a una industria esencialmente sexista. En una entrevista de 2008, Garr dej claro por qu su carrera, al contrario de la de sus compaeros hombres, no fue a ms y por qu siempre se qued con el papel de “esposa sufrida”. “Si hay una mujer inteligente, divertida o ingeniosa, la gente le tiene miedo, as que no aparece en los guiones. Slo escriben papeles para mujeres a las que todo les pasa por encima. Ese es el tipo de papeles que interpreto, y el tipo de papeles que hay para m en este oficio y en esta vida”, dijo.
Teri Garr comenz su carrera como artista capaz de todo incluso de ejercer de bailarina en pelculas y espectculos de variedades en la dcada de 1960. Lleg a participar en dos pelcula de Elvis Presley. Consigui su primer papel con dilogo en la pelcula Head (Cabeza) de los Monkees en 1968, dirigida por Bob Rafelson y con Jack Nicholson en labores de guionista. Y as hasta convertirse en imprescindible en cuanta produccin exigiera una intrprete capaz de encarnar el nuevo canon verista, natural y muy alejado de la artificiosidad de unos estudios en estado de descomposicin. Lo ms parecido a la fama le llegara de la mano de Inga, la demencial asistente del doctor Frankenstein con acento alemn en la comedia irrenunciable de Mel Brooks.
A pesar de ser siempre la elegida por los directores del momento, su carrera se dio de bruces una y otra vez con la evidencia de una industria que an estaba muy lejos de hacer suyos los principios del Metoo. Fue de las primeras en reclamar el mismo sueldo que sus colegas hombres y la primera en recibir un no por respuesta. “El mundo entero es sexista, empezando por el programa The Sonny and Cher Show [fue ah donde reclam igualdad de salario por primera vez]. Nunca entend que no se cobrase lo mismo por hacer lo mismo. As que pronto empec a aprender que esta industria aplasta a las mujeres”, coment en su momento.
En 2002, Garr confirm que tena esclerosis mltiple. “Estoy contando mi historia por primera vez para poder ayudar a la gente”, dijo. “Puedo ayudar a las personas a saber que no estn solas y decirles que hay razones para ser optimistas porque, hoy en da, existen opciones de tratamiento”. Hubo un tiempo en que Teri Garr estuvo siempre ah.