En su reaparición en la televisión argentina con La divina noche, el pastor evangélico que seduce a todo el mundo, Dante Gebel, ya emitió dos de sus doce especiales con figuras internacionales, por la pantalla de eltrece los sábados y un poco antes de la medianoche. Primero fueron dos sus invitados: Carlos “Quico” Villagrán y Fátima Florez. Y en la emisión del sábado pasado le tocó el turno a José Luis “El Puma” Rodríguez.
Este argentino nacido en Billinghurst, partido de San Martín, pero que en 2008 se mudó a los Estados Unidos (primero a Miami y actualmente en Los Ángeles) escribió una docena de libros, fue músico, cantante y actor.
Es amigo de Palito Ortega, Marcelo Tinelli, Jorge Rial, Daniel Scioli y Mario Pergolini (quien actualmente es productor de su show televisivo) y emite este nuevo Late Night Show desde sus estudios en un imponente estadio cubierto propio, el Rivera Arena de Hollywood, utilizando 18 cámaras y tremenda tecnología de punta.
-¿Cómo te llevas con toda esa tecnología?
-Soy muy básico, pero me di cuenta de que hay cosas a las que ya no llego por una cuestión de edad. Tengo un axioma que dice que no hay que saber de todo sino tener el teléfono de quien sabe. Yo estoy rodeado de muchachos que nacieron tecnológicos o digitales, me rodeo de gente mucho mas capacitada, inteligente y expeditiva que yo.
-¿Cuántos especiales vas a hacer en esta temporada en eltrece?
-Iban a ser trece, pero hablamos con (Adrián) Suar de no meternos la presión de hacer una temporada de un año o seis meses. Vamos a hacer doce y vemos cómo va. A mí, tener una finalización me tranquiliza el alma, no tenes la gran presión del rating.
Cómo es en el trabajo y quién elige los invitados
-Tenés aspecto de ser muy obsesivo en el trabajo, ¿es así?
-Estoy en cada detallecito, no hay otra manera de hacerlo. Cuándo entra cada persona, la luz, la musicalización, las entrevistas. Que el entrevistado llegue siempre una semana antes a Los Ángeles, así después esos 20 minutos rinden porque fue bien atendido. Todo un trabajo que quizás no se ve en pantalla, pero se refleja en el producto final.
-¿Y quién selecciona a los invitados?
-La producción y yo. Me gusta tener invitados que no haya que explicar mucho quiénes son. Los icónicos. Que son muy pocos hoy en la Argentina: Suar, Darin, Francella, Susana, Mirtha, Marcelo, a ellos se los puede definir con su nombre.. Me gusta hurgar en esas historias, gente que tardó treinta años en llegar al éxito.
-¿Cómo tu relación con Mario Pergolini? A primera vista. no tenían mucho en común
-Somos socios, pero fundamentalmente nos hicimos amigos. Descubrimos que hablamos el mismo idioma, creemos lo mismo y enseguida conectamos. Nos conocimos durante la pandemia y nos hicimos inseparables. Vimos que podíamos tener una amistad a esta altura de la vida. Siempre tenemos cosas para hablar. Nos quedamos hasta la madrugada charlando. Mario es un referente para quienes torpemente estamos haciendo los primeros pininos en esto.
-¿Te gusta más hacer radio o televisión?
-No los puedo comprar porque son disciplinas diferentes. Yo en radio tengo una relajación que no me la puedo permitir en televisión. Son otros tiempos, los entiendo como dos idiomas diferentes. No me inclinaría por alguno en especial.
Conferencista, orador, ex actor pero, ¿Dante Gebel es realmente un pastor evangélico?. Si y no. Lo es, claro, pero mantiene un perfil tan único, distintivo y peculiar que muchas veces no lo parece. Veamos por ejemplo un texto que publicó hace algunas semanas en su cuenta de Instagram:
“Recientemente estuve en Buenos Aires y me saqué una foto, adrede, con un periodista muy controversial y polémico, el cual estuvo al borde de la muerte y de quien, soy un MUY buen amigo. Y claro que hemos hablado mucho de Dios, de la muerte, del propósito.
Cenar con él y hablar hasta la madrugada, me hace sentir el evangelista más efectivo. No cambiaría una cena con él, ni por cien cenas con pastores o religiosos “traga santos y defeca diablos”.
Pero al publicar la foto, muchos evangélicos (no dije cristianos, sólo evangélicos) comenzaron a insultarme a mí y a mi amigo.
Y mi amigo me dice: “Nunca vi tanto odio en un grupo religioso”
Y le dije: “Es que sólo es eso: apenas un grupo religioso; y la religión tiende a amar a quienes están dentro y a odiar a quienes están fuera; no te preocupes, sólo son ‘evangélicos’ que no tienen nada que ver con el Jesús del que te hablaba anoche”.
Gracias a Dios que hace años dejé de ser “evangélico” para ser un cristiano que ama a todo tipo de gente. Si no amo a todo tipo de gente, no amo a Dios”.
Toda una declaración de principios. Por cosas como ésta, Gebel no es un pastor común y corriente, de los que hemos visto docenas en las trasnoches televisivas.
“Yo no bajo línea a mis entrevistados. Tengo charlas con ellos acerca de distintos tópicos, pero difícilmente la religión sea uno de ellos.
-¿Y vos creés que es por eso que te siguen tanto?
-Lo relaciono con la autenticidad, creo que en todos los niveles hay una gran necesidad de autenticidad. Hay una generación entera clamando por lideres auténticos. Estamos muy cansados de la hipocresía. Cuando uno ve alguien auténtico te seduce. Eso pasa en todos los ámbitos.
Su pasado como músico
-¿Es verdad que fuiste baterista?
-Sí, y un gran baterista. Ojo, frustrado. La vida no es un tenedor libre, al final uno tiene que elegir qué es lo que va a hacer y lo que no, y siempre va a quedar en un casillero lo que no se pudo.
-¡Pero el baterista no se lleva las mejores chicas nunca!
-Jajaja y no, además siempre está allá atrás, tapado. Viste que las bandas dicen “cambiamos el baterista”. Y si no te avisan nadie se da cuenta.
-¿Y además fuiste cantante?
–Sí, tengo varios discos grabados que ya hice desaparecer. Siempre probé un poquito de todo, el histrionismo pasa por eso.
-¿Cómo fue tu infancia?
Fue la de una típica clase media de ese entonces, con carencias. Zapatillas Flecha o Pampero. Usar la misma cartuchera los siete años que duraba la escuela, el guardapolvo blanco. Nuestros padres hacían lo imposible para que no nos diéramos cuenta de que faltaba algo. Había una sola tele, jugamos en el barro, fuimos una generación analógica y eso hizo que se desarrollara nuestra creatividad de un modo que no se va a volver a repetir.
La decisión de ser evangelista
-¿Hubo algún episodio que te hizo ser evangelista?
-Yo era chiquito, tenia casi siete años y mi mamá se moría de cáncer, pesaba 45 kilos. Debido a ello mi viejo estaba casi siempre alcoholizado y eso lo ausentaba del núcleo familiar. Y recuerdo haber ido a una iglesia chiquitita para que rezaran para que Dios la sanara. Ya la habíamos despedido y a partir de esa oración ella vivió 40 años más. Y me di cuenta de que aquello no era solamente una religión.
-Es bastante extraño que como pastor no te lo pases hablando de religión.
-Es que yo no hago proselitismo. Es como cuando se le critica a Tom Cruise de la Cienciología. El problema es si te quiere convertir. Después lo que él crea me es indistinto mientras me ofrezca una buena película de Misión Imposible.
-A como está el mundo hoy, ¿crees que a Jesús volverían a crucificarlo?
-¡Si! (se ríe), pero creo que lo llevarían a la cruz en menos tiempo que antes, no tardarían tres años. En seis meses termina crucificado, porque me parece que hay una intolerancia muy fuerte y una grieta tremenda en todos los niveles. La grieta ya no es patrimonio político ni argentino. Y yo me acuerdo que mi papá, que era peroncho, se juntaba a tomar café con un amigo radical. Hoy hay una crispación que a mi me preocupa mucho.
-¿Tuviste problemas por esa grieta?
-Me pasó con muchos actores y artistas que me decian por favor no me preguntes nada de política, ni de Milei ni de Cristina porque después ése es el titulo de la nota y me arruinan la obra o la peli. No sé si eso pasaba hace años. Toda la vida supimos que el Beto Brandoni era radical. ¿Y? No por eso vas a dejar de ver Esperando la carroza por enésima vez.
-O sea que te la bancás.
–Soy amigo de Jorge Rial, vos sabés que decir esto te pone inmediatamente de un lado de la grieta. Y también soy amigo de Pergolini, ¿que tiene que ver? La amistad para mi pasa por otro lado.
La Ferrari no es mía
Polémico como pocos, Gebel fue muy criticado en redes cuando en 2020 posteó una foto suya posando apoyado sobre una Ferrari amarilla. Tuvo que salir a explicar que se la habían querido regalar, pero que la había rechazado. No sin antes tomarse una foto junto a un automóvil tan apreciado. Y subirla.
-Si yo fuera tu asistente no te hubiera dejado sacarte una foto con la Ferrari.
(se ríe) Es verdad, saltó todo el mundo. Pero a mí me gusta provocar, mover los algoritmos. Yo vivo de mi profesión, no soy un servidor publico. Nunca viví de la gente. No tengo por qué darle explicaciones a nadie. En este caso el auto no era mío, me saque una foto y saltó todo el mundo. Pero esto también viene del prejuicio.
-¿Cómo sería?
-Los argentinos tenemos sesgos culturales que no vienen de los mapuches, sino que los heredamos de los inmigrantes europeos. Mirá, en la Argentina tenés que explicar el éxito, cuando en el resto de los países hay que explicar el fracaso. Acá (los Estados Unidos), si fracasás andás en algo raro. Pero en la Argentina tenes un buen auto, una buena casa y te dicen “eh, seguro que te la choreaste”. Pero hay mucha gente que se la ganó agachando el lomo. Uno no le puede decir nada a Mirtha Legrand porque trabaja desde que era una pibita. O a Messi, que pobre pibe vivió en la Masia de Barcelona y después adentro de una cancha.
-¿Estás más existencialista a los 56 años?
-No, no más que antes. Pero uno empieza a vivir más despacito. No querés agotar el saldo rápido, y como la vida no es recargable decís “upa, me queda poco saldo”. A los 30, me parecía una bobería sentarme con una copa de vino a mirar un atardecer. Porque eso era cosas de viejo. Empezás a valorar, va cambiando el orden de prioridades de la vida.
Un ping pong sin religión
Buen momento para un ping pong rápido con Gebel. A ver si es cierto que no suelta algún sermón evangélico.
-Una comida preferida.
Milanesas con papas fritas.
-¿Una película?
-The Kid, con Bruce Willis
-¿Libro de cabecera?
-Cien años de soledad.
-¿Música para llevarte a una isla?
-Cualquier disco de Sinatra.
-¿Charly o Spinetta?
-Charly.
-¿Soda Stereo o Los Redondos?
-Soda Stereo.
-¿Boca o River?
-¡Boca, hincha de toda la vida!
-Una frase que recuerdes siempre.
-Es un proverbio: “Al final del día prefiero que me odien por quien soy a que me amen por quien no soy”
-¿Dante no es un nombre más vinculado al Diablo? Viste cuando dicen “el infierno del Dante”. O “es un espectáculo dantesco”.
-¡Es verdad!, pero dudo que mi mamá y mi papá supieran quién era Alighieri. era más “vamos a ponerle Dante como el almacenero de la esquina” , era simplista la cosa.
-¿El Diablo sabe por Diablo pero más sabe por viejo?
-Yo creo que si. Está muy subestimada la figura del diablo, creo que sabe mucho más por la cantidad de años que ha sobrevivido,
-¿Por qué deberíamos ver La divina noche?
-Porque es un show para que disfrute la familia, porque es sencillo, porque no está buscando el titulo, ni qué van a levantar los medios. Me gusta charlar simplemente. Y tiene muchísima excelencia.