Lunes, 21 de octubre 2024, 00:10
Gaizka Alarcia (Donostia, 1988) lleva cinco años trabajando en CD Projekt Red, empresa que se dedica a generar videojuegos, entre ellos Cyberpunk 2077 y su expansión Phantom Liberty, con más de 25 millones de copias vendidas en todo el mundo. Como animador 3D que es, su tarea en este estudio con sede en Varsovia consiste en hacer animaciones cinemáticas. «Dentro del juego, hay veces que el juego se interrumpe un poco para contarnos la historia a través de una pequeña película, como si fuera un cortometraje dentro del juego. Pues eso sería una cinemática», explica.
Precisamente, mañana, en el marco de la Semana de Cine Fantástico y de Terror, ofrecerá una charla en la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia (19.00), donde presentará el trabajo como animador de cinemáticas que realiza para el videojuego Cyberpunk: Phantom Liberty, y detallará las diferencias clave entre la animación en videojuegos y otros audiovisuales como los de animes. La charla también tendrá una parte práctica, donde analizará dos escenas concretas para explicar cómo se han hecho y qué decisiones se han tomado hasta el resultado final, «porque en este proceso de creación se involucran diferentes departamentos de la empresa», recuerda.
-
Título: ‘Animando Cyberpunk: Phantom Liberty’.
-
Ponente: Gaizka Alarcia, animador de cinemática en Projekt Red, empresa que se dedica a generar videojuegos.
-
Cuándo y dónde: El martes, día 22, a las 19.00 en la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia.
Este animador donostiarra no imaginó que terminaría trabajando en el proceso creativo de videojuegos. Cursó estudios de Sonido primero y Realización de Audiovisuales después en la Escuela de Cine y Video de Andoain, y más tarde decidió hacer un curso de iniciación a animación a 3D, lo que le abrió las puertas a trabajar en el estudio de animación Dibulitoon, donde participó en varias películas de animación, casi todas destinadas al público infantil, como ‘Olentzero’, ‘Galtzagorri’ o la película sobre Elcano. Justo después de esta producción decidió buscar trabajo «fuera de aquí», y terminó en Tenerife, donde hay «bastante movimiento de estudios de animación». En uno de ellos estuvo durante unos meses hasta que «el hazar» hizo que terminara en CD Projekt Red. «Fue una de las empresas de todo el mundo al que mandé mi curriculum, y me cogieron».
Este estudio tiene su sede principal en Varsovia, aunque gracias a su «sistema de trabajo flexible» Gaizka trabaja mucho desde Donostia. Se dedica exclusivamente a realizar videojuegos para adultos, los conocidos como Role Playing Games, «juegos en los que participa un solo jugador. Uno compra una copia del juego, se la pone en su PC o en su consola y se enfrenta a la historia que le vamos a contar. El jugador puede crear su propio personaje y relacionarse con otros que le van apareciendo en la historia como considere», explica. Cyberpunk 2077 y su expansión Phantom Liberty es el proyecto en el que ha participado este donostiarra.
Trabajo en red
El proceso creativo de los videojuegos abarca el trabajo de muchos departamentos. «Este es un estudio gigante donde trabajamos cientos de personas, todos en un mismo proyecto. Algunos crean la historia, otros los entornos, otros los personajes, el guión…». Luego será el animador quien vaya dando forma a la historia. «Los actores interpretan las escenas y su movimientos quedan registrados digitalmente. Luego nosotros trabajamos con esos datos para implementarlos en el juego, hacerlos funcionar, retocarlos como haga falta o hacer la animación por encima. Es una especie de trabajo en cadena que termina con el resultado final».
Hoy en día la industria de los videojuegos es el sector líder en el espacio de los medios y el entretenimiento. Un sector que, de momento, «no tiene límite» para Gaizka Alarcia, y que ha pasado de la era de las consolas domésticas y portátiles, hasta el auge de los juegos para PC, móviles y la realidad virtual. En su opinión, «las historias que se cuentan en los juegos son más atractivas que las que se cuentan en las películas de animación, que se han quedado un poco estancadas». De hecho, desde su experiencia en la animación de largometrajes y videojuegos, se queda con estos últimos, «por un tema artístico y de creación. Hoy en día hay mucha variedad. Hay juegos que parecen dibujados a mano, otros que tiran hacia el hiperrealismo. Cada uno tiene su estilo y se va avanzando en diferentes direcciones simultáneamente».
Sin embargo, no oculta el éxito y la aceptación del anime japonés, que a tantas generaciones atrae. «Creo que aquí muchos hemos crecido viendo ‘Dragoi Bola’ y otras series parecidas», reconoce. «Y gustan porque cuentan historias creativas, con un punto diferente a la animación occidental, y eso gusta».
Este contenido es exclusivo para suscriptores
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión