La religión de Luke Evans le hizo pensar que ser gay sería una “sentencia de muerte”.
El actor de ‘La Bella y la Bestia’ fue criado como Testigo de Jehová y se bautizó a los 13 años porque lo veía como su última oportunidad de salvación mientras luchaba por aceptar su sexualidad y la creencia de la iglesia de que los que se sentían atraídos por el mismo sexo “morirían en el Armagedón”.
Sobre su bautismo declaró al periódico The Guardian: “Pensé que tal vez haciendo eso, el resto desaparecería. Estaba muy confundido y no tenía a nadie con quien hablar. De lo único que podía hablar con la gente que conocía era de religión. Consumía nuestra conversación. Pensé, bueno, céntrate en otra cosa y espera que lo otro desaparezca. Esto podría alejarme de mis pensamientos; las cosas malas. Todas las noches en la congregación leían escrituras que decían cosas terribles sobre cómo me sentía y en quién me estaba convirtiendo. Todo lo que tenía en la cabeza era: si no resuelvo esto, voy a perder a mi madre y a mi padre. Voy a perder todo lo que he conocido y también voy a morir en el Armagedón, así que me estoy sentenciando a muerte a menos que resuelva esto”.
El actor de 45 años tenía más miedo de ser repudiado por sus padres que de perder la vida a causa de su sexualidad.
Dijo: “Lo único que me importaba era mi madre y mi padre. Cuando me di cuenta de quién era y de lo que tenía que hacer para ser quien era, ya no me importaba morir. Para ser feliz, sólo había un camino que podía tomar, y mi única preocupación era perder a papá y a mamá en el poco tiempo que me quedaba antes de que llegara el Armagedón. Tenía que tomar una decisión: ‘o sigues mintiendo y vives esta vida que te está haciendo muy infeliz o te arriesgas y esperas que no te corten el grifo y fingen que estás muerto'”.
Mientras trabajó en el teatro musical a los 20 años, Luke habló de su sexualidad con The Advocate y la entrevista llegó a oídos de los ancianos de la iglesia, que le llamaron para advertirle que le echarían si era un “practicante homosexual”.
Y aunque se sintió aliviado al ser expulsado de la iglesia, a la estrella de ‘Nueve perfectos desconocidos’ le resultó “doloroso” porque sus padres estuvieron en la congregación cuando se anunció su expulsión.
A la pregunta de si fue un alivio ser expulsado, respondió: “Sí, pero fue doloroso, porque sabía que mi madre y mi padre estaban sentados en ese Salón del Reino rodeados de personas que los conocían y me conocían hasta que cumplí los 16 años. Debió de ser un momento horrible para ellos. Creo que se fueron a casa, se abrazaron y lo superaron”.