Facultad de Medicina.
Un estudio determina los beneficios de crear espacios para los médicos y estudiantes de Medicina donde poder compartir sus experiencias y debilidades. Los eventos para dar a conocer vivencias en entornos de educación médica “son una forma poderosa” de compartir historias, crear comunidad, promover la resiliencia y fomentar el bienestar, según la investigación publicada en BMC Medical Education.
Este análisis, titulado ‘ Making space for stories: promoting physician and medical student well-being through successful medical education storytelling events’, describe consejos prácticos para capacitar a los lectores para planificar y llevar a cabo un evento de compartir historias “exitoso e impactante”.
Estos encuentros “se centran en las historias que aportan humanidad y significado a nuestro trabajo en Medicina“, según los autores. Además, señalan que este tipo de eventos “son populares entre estudiantes, residentes, becarios y profesores”. Por todo ello, los investigadores apuntan que si se siguen sus pasos y recomendaciones “se pueden adaptar con éxito a una amplia variedad de entornos educativos y clínicos“, con un impacto positivo en la formación del médico.
Consejos y recomendaciones
Los investigadores aconsejan identificar a la audiencia, que en este caso se concreta en médicos residentes, becarios, personal directivo, docente y estudiantes de Medicina. Un segundo paso es reunir al equipo adecuado que incluya diversidad de agentes.
Los autores también sugieren en el estudio buscar vías de financiación, si su institución no tiene fondos disponibles para promover el bienestar con este tipo de iniciativas. Una vez establecido el calendario, se recomienda atraer a la audiencia brindando a los asistentes comida y un lugar acogedor.
Por otra parte, es necesario elegir un tema y describir las expectativas para contar experiencias humanas y profesionales. Además, estas iniciativas se deben difundir y publicitar para que lleguen al máximo de personas posible, preparar las presentaciones con anticipación y cribar las historias para dirimir qué incluir y qué no.
Otras recomendaciones son empoderar a los narradores, proporcionar un espacio seguro para ellos y los miembros de la audiencia, garantizar una diversidad de testimonios e historias, involucrar la audiencia y motivar la reflexión, y, en definitiva, cultivar una cultura de compartir historias y experiencias entre médicos y estudiantes de Medicina.
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