La disputa entre Kamala Harris y Donald Trump de cara a las elecciones 2024 en Estados Unidos está extremadamente pareja. Un reciente análisis de predicción electoral, que plantea un panorama de incertidumbre para estos comicios, demuestra que no hay un claro favorito y que el resultado en las urnas aún está abierto.
De acuerdo con el modelo de predicción de The Economist, la carrera entre la vicepresidenta y el exmandatario se presenta muy ajustada, lo que refleja la fuerte polarización del electorado. El modelo simula las elecciones cientos de veces y estima cuántas ganaría cada candidato. Según los resultados, el republicano obtiene una ligera ventaja: gana 53 de cada 100 simulaciones, mientras que la demócrata lo hace en 47 de cada 100.
Desde mediados de agosto y durante todo septiembre y comienzos de octubre, la candidata del Partido Demócrata aparecía con mayor probabilidad de ganar, llegando incluso a porcentajes como el 60% de chances. No obstante, el modelo predictivo estimó el pasado 19 de octubre que ambos aspirantes a la presidencia estaban empatados. Desde entonces, el escenario se dio vuelta, por lo que ahora quien más posibilidades presenta es el empresario republicano.
Bajo las previsiones actuales, Trump obtendría 273 electores, frente a los 265 que conseguiría Harris. Sin embargo, este miércoles los pronósticos eran más preocupantes para la liberal: se anticipaba que el empresario lograría unos 278 electores contra unos 260 de la abogada.
Uno de los puntos clave que benefició a Harris en los últimos días, y que hizo que la vicepresidenta lograra achicar ligeramente la diferencia, fue su avance en los estados del llamado Cinturón del Óxido, conformado por Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
Esta región, vital para cualquier candidato que aspire a obtener los 270 votos electorales necesarios, fue volátil en las últimas elecciones. Las encuestas estatales más recientes, realizadas por institutos como Morning Consult y Quinnipiac University, le otorgaron a Harris mejoras significativas en sus probabilidades.
Aunque muchos estados ya están prácticamente decididos, hay siete territorios donde se centrará la batalla electoral, con un total de 93 votos electorales en juego. Estos son: Michigan, Nevada, Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Wisconsin y Pensilvania.
En 2016, Trump logró ganar en casi todos, a excepción de Nevada. Sin embargo, en 2020, fue Joe Biden quien se impuso en la mayoría, salvo en Carolina del Norte. Estos estados representan el campo de batalla más importante para la elección de 2024, ya que quien gane allí, aunque sea por la mínima diferencia, se quedará con todos sus votos electorales.
Hay un 60% de probabilidades de que el ganador obtenga más de 300 votos electorales, lo que en ese caso representaría una elección que no fue en absoluto pareja. Según el periodista de la CNN Harry Anthony, esto pasa porque, si todos los estados bisagra en disputa finalmente van en una misma dirección, podría ocurrir que Harris obtuviera 319 votos electorales (contra 219 de Trump); o bien, en sentido inverso, que el republicano consiguiese 312 votos electorales (contra 226 de Harris).
“Si se analizan los siete estados bisagra, en todos ellos el margen en este momento es inferior a dos puntos. Hay que tener en cuenta que las encuestas no son perfectas. En promedio, desde 1972, el error promedio en estos estados es de 3,4 puntos”, explicó el analista respecto a la posibilidad de que esto suceda.
Los estados clave no son igualmente importantes para cada aspirante a la Casa Blanca. Algunos son más grandes y aportan más electores, mientras que otros se inclinan más hacia uno u otro candidato. Según el modelo predictivo de The Economist, para Harris la máxima prioridad está en Michigan. Sin esta entidad, sus probabilidades de ganar caen de 47% a 7%. En segundo y tercer lugar están Pensilvania y Wisconsin, en donde si no se impone la demócrata, sus chances descienden al 11% y 14%, respectivamente.
Por el lado de Trump, el estado más determinante en su estrategia es Pensilvania. Sin él, las chances del empresario caen de 53% a 10%. Así, en segundo y tercer lugar están Carolina del Norte y Wisconsin, en donde si no consigue un triunfo en las urnas sus posibilidades bajan al 12% y 18% respectivamente.