Max Verstappen saca de quicio a toda la Fórmula 1

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Siempre él. La jornada de clasificación el Gran Premio de México prometía emociones fuertes. Tanto Ferrari como McLaren mostraron el mismo potencial que en las últimas carreras, pero es que además, al que tienen señalado como máximo rival, no daba pie con bola.

Fin de semana a contrapié para Max Verstappen

Problemas de motor en la primera sesión de entrenamientos libres que le impidieron rodar con normalidad. Problema que creían solucionado, por una fuga del turbo, pero que se agravó al principio de la segunda sesión, impidiéndole tomar parte en la misma. Un viernes tirado a la basura. Todo el trabajo por hacer en la tercera sesión de entrenamientos libres, donde el piloto se quejaba insistentemente de diferentes problemas. En otras palabras; hoy era el día.

Esta podría ser la clasificación donde se viera a Max Verstappen sufrir incluso para meterse en la Q3, donde tanto Ferrari como McLaren podrían poner tierra de por medio. Y sí, en Q1 fallo un Red Bull. Pero no fue él. Y para colmo, lo acompañó Oscar Piastri. Un McLaren. Malo para las pretensiones en constructores, y malo para un Lando Norris que necesita meter tantos coches como sea posible entre él y Verstappen.

El hecho de que Pérez cayera en Q1 tras realizar tres intentos de vuelta rápida, quizás indicaba que Red Bull lo estaba pasando mal, que el monoplaza es crítico, que daba pie a errores. Pero el neerlandés logró superar una Q2, que además tuvo un final deprimente con una bandera roja cuando venían muchos pilotos mejorando sus tiempos.

Quedaba la definitiva Q3. Dos Ferrari, Lando Norris y los dos Mercedes que también se podrían sumar a la fiesta. Y va Max Verstappen y ataca en exceso un piano hasta el punto de convertir su trazada en un atajo. Vuelta eliminada. Se lo debería jugar todo a una sola carta. Toda la presión sobre él.

Y lo volvió a hacer. 1’16’’171. Una vuelta un segundo y medio más rápida que la del otro Red Bull. Decía Pérez antes del Gran Premio, que sabía que no llevaban las mismas piezas y sabía cuál era la diferencia de tiempo. Ahora supongo que nosotros también. Un segundo y medio debe ser.

Y al final del día, primera línea

Tras marcar vuelta Verstappen, llegaba Lando Norris. Y no lo superó. El McLaren que sorprendía el viernes metiéndole medio segundo a todos, no había sido capaz de superar a ese piloto. También falló Charles Leclerc, en plena operación remontada, quedando incluso por detrás de Lando Norris. ¿Saben quién no falló? Max Verstappen. Con un vehículo visiblemente crítico. Tras perderse el viernes. Llegó la hora de la verdad, y ahí estaba él. Otra vez. Solo superado por un piloto que, constructores aparte, no está en la batalla; Carlos Sainz.

Y es que a Verstappen al final no se le puede negar su capacidad de sacar de quicio a los rivales. A todos y cada uno de ellos, pues nunca sigue los guiones establecidos. Quizás por eso va camino de un título del mundo con un monoplaza que tiene pinta de acabar en tercera posición en el mundial de constructores. Un hito que solo Fernando Alonso estuvo cerca de lograr en sus años con Ferrari.