Un huracn, una foto y nada: la historia de las elecciones
Tras el paso del Huracn Helena por el sudeste del pas, se volvi viral la foto de una nena llorando bajo la lluvia abrazada a su perro en un bote a la deriva. Automticamente, varios polticos usaron la imagen para criticar la gestin de Biden. Cuando se supo que la imagen era falsa, algunos optaron por bajarla de sus redes sociales.
Amy Kremer, convencional nacional republicana, eligi dejarla con el argumento de que, aunque falsa, la imagen representaba el trauma de los afectados por el huracn. Situaciones como estas se repiten una y otra vez en este ciclo electoral, y los candidatos parecen estar de acuerdo en qu hacer.
En realidad, hay matices. Harris dijo que expandir las subvenciones del gobierno federal en investigacin y desarrollo del sector. Tambin sostendra la orden ejecutiva de Biden, que contiene un marco analtico y varias recomendaciones, pero no establece sanciones por incumplimiento. Trump afirm querer desmantelar la orden ejecutiva y reemplazarla por libertad de expresin y el desarrollo de la IA para el “florecimiento humano”. Ah est el matiz. Por lo dems, ambos candidatos coinciden en crear un entorno de baja o nula regulacin que propicie la innovacin en cualquier sentido posible, y a cualquier costo.
Los riesgos de esta coincidencia se sienten en esta eleccin, en la que la IA generativa viene siendo fuente de desinformacin y confusin. En ese sentido, llegamos a ver cmo difunden informacin falsa sobre lugares y horarios de votacin para desalentar el voto. Las deep fakes intensifican la polarizacin al alimentar sesgos de confirmacin -como en el ejemplo de Amy Kremer y la nena del bote- y erosionan la confianza de las instituciones democrticas. Terraplanismo y teoras conspirativas varias se mezclan inadvertidos en la realidad y se quedan dando vueltas. Y se mezclan con ideas polticas. Y se quedan. Y la respuesta parece ser unnime: nada.
Una tradicin, una carrera y una paradoja: la historia de la democracia
Mientras que los efectos inmediatos de la IA se hacen evidentes en la manipulacin de informacin en las elecciones, su desarrollo trae desafos estructurales para la democracia como sistema de gobierno.
Tal como escriba Yuval Noah Harari en 2018, la irrupcin de la IA podra destruir una de las mayores ventajas competitivas de las democracias sobre los autoritarismos. En el siglo XX, la democracia tena la ventaja de distribuir el poder de procesamiento de informacin entre mltiples instituciones, mientras que los regmenes autoritarios se vean limitados por la concentracin del poder en un solo lugar, incapaces de procesar la enorme cantidad de datos disponibles. La IA ofrece estas capacidades, convirtiendo lo que fue una desventaja de las dictaduras en una ventaja decisiva en el siglo XXI. Y tanto Trump como Harris parecen decididos a apostar por ella.
En pocas palabras, la democracia ms longeva del mundo apuesta por un paradigma que podra terminar con su propia ventaja comparativa -y la de todas las democracias-, poniendo en jaque su liderazgo internacional. Y aunque parezca delirante, la decisin refleja un equilibrio de tres factores bastante racionales.
El primero, es la tradicin anti-regulacionista y anti-estatista. Bueno, ms o menos. Histricamente, el gobierno estadounidense lider la innovacin de alto riesgo vinculada al inters nacional -como el desarrollo espacial o las armas nucleares- para dar lugar a la iniciativa privada una vez se hayan reducido los riesgos de innovar y se haya abierto un nuevo mercado.
En el caso de los desarrollos en IA, ofrece subvenciones para investigacin y desarrollo junto a un sistema de patentes que premia con la corona del monopolio al primero en llegar. Si bien el gobierno no es el protagonista de estos avances, es el principal interesado en minimizar los riesgos y maximizar las ganancias de la innovacin privada. En ese sentido, an cuando no exista un marco regulatorio estricto, el gobierno sigue teniendo cierto control sobre la direccin en la que avanza la tecnologa.
El segundo, es la capacidad legal y el poder de fuego econmico de las grandes tecnolgicas -Amazon, Google, Meta, Apple, Open AI- para hacer lobby. Sobre esto, solo dejo uno de infinitos ejemplos. El pasado 22 de Octubre Open AI contrat a uno de los asesores econmicos de mayor afluencia en los gobiernos de Biden y Obama,Aaron “Ronnie” Chatterji, como su economista en jefe. El entramado de poder de estas empresas es inimaginable, y esto se debe, en gran medida, a que de su xito depende el inters estratgico nacional.
El tercer y ms importante factor es la competencia con China. Aunque existe una carrera real por desarrollar la tecnologa y obtener sus beneficios, el proceso tiene muchos ms matices que los ejemplos de la carrera espacial o nuclear. An as, la narrativa de Guerra Fra se impone por reflejo.
Entonces, la prioridad de ambos candidatos es garantizar que Estados Unidos mantenga su ventaja, incluso si eso implica arriesgar aspectos fundamentales de la convivencia democrtica domstica. Lo paradjico es que no hacerlo significa ceder el desarrollo de la IA al autoritarismo ms poderoso del mundo.
Puesta en estos trminos, la decisin ms racional es tambin la ms peligrosa e incierta. Peligrosa, porque es difcil cuantificar los daos causados por la erosin democrtica, especialmente en el mediano plazo. Incierta, porque ganar la carrera ya no implica controlar la tecnologa y, sobre todo, en trminos de Harari, no cambia el hecho de que en s misma, la IA aumenta la eficiencia de los autoritarismos.
En un mundo donde lo racional parece lo ms peligroso, estas elecciones estadounidenses no son solo sobre quin liderar el pas -y posiblemente a occidente-, sino sobre la supervivencia de la propia democracia frente a los desafos que presenta esta nueva fase del capitalismo. Tanto Harris como Trump parecen coincidir en qu hacer. Ser suficiente?