El editorial ya estaba preparado. La sección de opinión de The Washington Post planeaba pedir el voto por Kamala Harris frente a Donald Trump en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre. Sin embargo, el dueño de la cabecera, el multimillonario Jeff Bezos, el segundo hombre más rico del mundo, ha decidido que el periódico deje de apoyar expresamente a cualquiera de las opciones, como viene haciendo desde hace medio siglo. Los gestores del diario lo presentan como vuelta a las raíces. Su exdirector Martin Baron, no lo ve así: “Esto es cobardía, con la democracia como víctima. Donald Trump verá esto como una invitación a intimidar aún más a su dueño, Jeff Bezos (y a otros). Inquietante cobardía en una institución famosa por su valentía”, ha escrito. La decisión, que sigue a otra similar adoptada por el dueño de Los Angeles Times, ha provocado malestar en la redacción, la protesta de casi todos los columnistas, la baja de suscriptores tan renombrados como Stephen King y la crítica de clásicos del diario como Bob Woodward y Carl Bernstein.
El consejero delegado de la empresa editora, William Lewis, ha explicado la decisión en un artículo publicado en el propio medio. “The Washington Post no apoyará a ningún candidato presidencial en estas elecciones. Ni en ninguna elección presidencial futura. Volvemos a nuestros orígenes de no apoyar a candidatos presidenciales”, comienza su columna.
Lewis cita artículos en los que el consejo editorial explicaba en 1960 que la tradición del periódico era no apoyar a ninguno de los candidatos, una tradición que se rompió excepcionalmente en 1952, cuando el diario pidió el voto para Dwight Eisenhower. En 1976, sin embargo, inició la nueva tradición de pronunciarse explícitamente, en aquella ocasión a favor de Jimmy Carter. Desde entonces, el diario ha ido apoyando a un candidato u otro en cada cita con las presidenciales, pero Lewis considera que la decisión correcta era la de no mojarse.
“Reconocemos que esto se interpretará de diversas maneras, como un apoyo tácito a un candidato, o como una condena de otro, o como una abdicación de la responsabilidad. Eso es inevitable. Nosotros no lo vemos así. Lo vemos como coherente con los valores que el Post siempre ha defendido y lo que esperamos de un líder: carácter y valor al servicio de la ética americana, veneración por el Estado de derecho y respeto por la libertad humana en todos sus aspectos. También lo vemos como una declaración de apoyo a la capacidad de nuestros lectores para decidir por sí mismos sobre esta, la más importante de las decisiones estadounidenses: a quién votar como próximo presidente”, argumenta Lewis.
“Nuestro trabajo en The Washington Post es proporcionar a través de la redacción noticias imparciales para todos los estadounidenses, y puntos de vista de nuestro equipo de opinión que inviten a la reflexión y que ayuden a nuestros lectores a formarse su propia opinión. Por encima de todo, nuestro trabajo como periódico de la capital del país más importante del mundo es ser independientes”, concluye el consejero delegado, cuyo nombramiento ha venido acompañado de la polémica.
Lewis, un veterano de los diarios conservadores londinenses, trató de nombrar director del periódico a Robert Winnett, director adjunto de The Daily Telegraph, medio en el que ambos coincidieron. Sin embargo, una investigación del propio Washington Post sobre sus andanzas provocó que el fichaje descarrilase.
Además de la columna de opinión de Lewis, el propio periódico ha publicado una información sobre su decisión. En ella, citando fuentes anónimas, asegura que los encargados de la página editorial ya habían redactado un borrador de apoyo a Harris, pero aún no se había publicado. También dice que la decisión de dejar de publicar los apoyos a candidatos presidenciales fue tomada por el propietario del Post, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, según dicha información.
Indignación interna
Según esa fuente, la decisión ha indignado a muchos miembros de la sección de opinión del periódico, que trabaja independientemente de la redacción de noticias. Nueve de los columnistas del periódico firmaron conjuntamente un artículo de opinión muy crítico que luego suscribieron siete más: “La decisión de The Washington Post de no dar su apoyo a la campaña presidencial es un terrible error. Representa un abandono de las convicciones editoriales fundamentales del periódico que amamos, y para el que hemos trabajado un total de 228 años. Este es un momento para que la institución deje claro su compromiso con los valores democráticos, el Estado de derecho y las alianzas internacionales, y la amenaza que Donald Trump representa para ellos ―los puntos precisos que The Post hizo al respaldar a los oponentes de Trump en 2016 y 2020―. No hay contradicción entre el importante papel de The Post como periódico independiente y su práctica de dar su apoyo político, tanto como una cuestión de orientación a los lectores como una declaración de creencias fundamentales. Esto nunca ha sido más cierto que en la actual campaña. Un periódico independiente podría algún día renunciar a dar su apoyo a las presidenciales. Pero este no es el momento, cuando un candidato defiende posiciones que amenazan directamente la libertad de prensa y los valores de la Constitución”, escriben los pesos pesados de la sección de opinión en el propio periódico, que por segunda vez en pocos meses convierte en tema destacado sus propias decisiones internas, en un ejercicio impensable en otras latitudes.
En la redacción de noticias también ha cundido el malestar. El sindicato del diario ha publicado un duro comunicado en el que muestra su profunda preocupación al respecto. “El papel de un consejo editorial es precisamente este: compartir opiniones sobre las noticias que afectan a nuestra sociedad y cultura y apoyar a los candidatos para ayudar a orientar a los lectores. El mensaje de nuestro director ejecutivo, Will Lewis —no del propio consejo editorial— nos hace pensar que la dirección interfirió en el trabajo de nuestros miembros en el consejo editorial. Según nuestros propios reporteros y miembros del Guild [el sindicato], ya se había redactado un apoyo a Harris, y la decisión de no publicarlo fue tomada por el propietario de The Post, Jeff Bezos. Ya estamos viendo cancelaciones de lectores otrora leales. Esta decisión socava el trabajo de nuestros miembros en un momento en el que deberíamos estar construyendo la confianza de nuestros lectores, no perdiéndola”, dice.
Entre esas bajas está la del escritor Stephen King: “Después de cinco años, he cancelado mi suscripción al Washington Post”, ha tuiteado.
“Muestra de cobardía”
Dos de los clásicos del diario, Bob Woodward y Carl Bernstein, que destaparon el caso Watergate e hicieron caer a Richard Nixon, también han levantado la voz: “Respetamos la tradicional independencia de la página editorial, pero esta decisión a 11 días de las elecciones presidenciales de 2024 ignora la abrumadora evidencia informativa del propio Washington Post sobre la amenaza que Donald Trump supone para la democracia. Bajo la propiedad de Jeff Bezos, The Washington Post ha utilizado sus abundantes recursos para investigar rigurosamente el peligro y el daño que una segunda presidencia de Trump podría causar al futuro de la democracia estadounidense y eso hace que esta decisión sea aún más sorprendente y decepcionante, especialmente a estas alturas del proceso electoral”. En un meme que circula por las redes sociales se ve a Robert Redford interpretando el papel de Woodward en la película sobre el caso Watergate, Todos los hombres del presidente, al teléfono, con la leyenda: “Quiero cancelar mi suscripción”.
“No hay otra forma de ver esto que no sea como una espantosa muestra de cobardía y un abandono de su deber público”, ha escrito en The Guardian Margaret Sullivan, que fue columnista de medios en el Post y defensora del lector en The New York Times. “Todo esto puede parecer neutralidad no partidista, o tener esa intención, pero está lejos de serlo. En primer lugar, es una bofetada vergonzosa a la redacción de ambos periódicos [el Post y Los Angeles Times], que ha hecho un importante trabajo exponiendo los peligros de Trump durante muchos años”, argumenta. “También es una fuerte declaración de preferencia. Los líderes de los periódicos han dejado claro que, o bien quieren a Trump (que es, después de todo, una bendición para las grandes fortunas personales) o que no desean arriesgarse a la ira del expresidente y a las represalias si gana. Si esto último ha sido un factor, se basa en un juicio miope, ya que Trump ha sido un peligro para los derechos de prensa y no haría más que envalentonarse en un segundo mandato”, añade.
Es el segundo gran diario estadounidense que toma una decisión similar en cuestión de días. A principios de esta semana, Patrick Soon-Shiong, el multimillonario dueño de Los Angeles Times, bloqueó el plan de su consejo editorial de pedir el voto para Harris. La decisión provocó la dimisión de la responsable de editoriales del periódico y de otros dos miembros del consejo editorial.
“Como propietario, formo parte del consejo editorial y compartí con nuestros editores la idea de que tal vez este año podríamos dedicar una columna, una página, dos páginas, si queremos, a todos los pros y todos los contras y dejar que los lectores decidan”, declaró Soon-Shiong en una entrevista concedida el jueves a Spectrum News recogida por Associated Press. El magnate dijo que temía que apoyar a un candidato contribuyera a la división del país.