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La Biblia y los Diez Mandamientos llegan a las aulas de Oklahoma
En una controvertida decisión, el Departamento de Educación de Oklahoma anunció la obligatoriedad de incorporar la Biblia y los Diez Mandamientos en los planes de estudio de todas las escuelas públicas del estado a partir del presente ciclo lectivo.
Según declaraciones oficiales, la medida busca que los estudiantes conozcan los fundamentos históricos y culturales de los Estados Unidos. Durante la reunión de la Junta Estatal de Educación en la que se tomó la determinación, se hizo énfasis en la relevancia de la Biblia en la conformación de la nación norteamericana.
De hecho, los estándares académicos de Oklahoma reconocen en varias oportunidades la importancia histórica de la Biblia para la enseñanza no sólo de la historia estadounidense, sino también de la civilización occidental y del sistema legal del país.
A partir de ahora, todas las aulas, desde quinto a duodécimo grado, deberán contar con al menos un ejemplar de la Biblia. Asimismo, se instruyó a los docentes para que la utilicen como material didáctico en sus clases.
“La Biblia es una piedra angular histórica y cultural indispensable. Sin un conocimiento básico de ella, los estudiantes de Oklahoma son incapaces de contextualizar adecuadamente los cimientos de nuestra nación”.
Comunicado de prensa emitido por el Departamento de Educación
Esta decisión, que actualmente resulta polémica tanto en Oklahoma como en cualquier otro lugar, sigue los pasos de la reciente aprobación de una ley similar en el estado de Louisiana, que establece la obligatoriedad de exhibir los Diez Mandamientos en todas las aulas de escuelas públicas.
Dicha legislación ha sido impugnada ante la Justicia por un grupo de padres, quienes argumentan que la misma viola jurisprudencia previa de la Corte Suprema de Estados Unidos, así como la Primera Enmienda de la Constitución, referida a la “libertad religiosa”.
No obstante, las autoridades educativas de Oklahoma sostienen que la directiva se encuentra en consonancia con las normas académicas aprobadas en mayo de 2019 en dicho estado.
El debate en torno a la incorporación de elementos religiosos en la educación pública se intensifica en medio de una reciente decisión de la Corte Suprema de Oklahoma, que bloqueó el intento de establecer la primera escuela religiosa financiada con fondos estatales en el país.
El máximo tribunal ordenó al Gobierno estatal rescindir el contrato firmado con la Escuela Católica Virtual San Isidoro de Sevilla, impidiendo así su puesta en funcionamiento.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) celebró el fallo judicial, sosteniendo que las escuelas subvencionadas con dinero público deben ser laicas y abiertas a estudiantes de todas las confesiones religiosas.
«St. Isidore of Seville Catholic Virtual School, que planea formar a los alumnos en una sola religión, no puede funcionar como escuela pública subvencionada», manifestó la ACLU mediante un comunicado.
[N. de la Redacción: Estas asociaciones de corte laicista radical, y que dicen propender por y defender las “Libertades Civiles”, olvidan que la religión es uno de estos mismos derechos y que la expresión pública de la Fe configura una de estas mismas libertades civiles –ciudadanas, de los ciudadanos– a las que no obstante hostigan y se empeñan en constreñir e impedir].
Este panorama refleja las continuas tensiones entre lo que hoy constituye el “sistema educativo público” y las iniciativas que propugnan por preservar y reincorporar los principios y preceptos religiosos en las aulas. Aunque el debate parezca imposible de zanjar, los ciudadanos de bien y los políticos sensatos no se rinden a la presión de los “lobbys” y encaran los falaces argumentos con los que se quiere denostar esta Libertad; al dejarlos sin piso, logran avanzar en la defensa de este derecho y libertad tanto de expresión como de enseñanza.
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