El 27 de octubre de 2024, la Iglesia Católica celebra a varios santos y beatos que han sido figuras importantes en la historia de la fe cristiana.
San Frumencio, obispo, apóstol de Etiopía
La primera persona en llevar el cristianismo a Etiopía no fue un misionero, sino un joven del siglo IV llamado Frumencio, que terminó en la esclavitud y luego fue milagrosamene liberado. Consagrado obispo de Axum por Atanasio, allí hizo florecer la comunidad cristiana hasta su muerte en el 383.
Originario de Tiro, Líbano, después de varias vicisitudes Frumencio se convirtió en obispo de Axum, Etiopía, ciudad en la que pasó muchos años de su vida como esclavo. De su fecunda labor de evangelización surgirán luego misiones para toda el África. Dada la importancia y el alcance de su apostolado se le apodó como el “Apóstol de Etiopía”. Su historia llena de sorprendentes aventuras nos ha llegado gracias a la narración de Rufino de Aquileia.
Esclavo en Etiopía en la corte del rey
El filósofo Merope, fascinado por sus cada vez más frecuentes viajes a la India, decidió dejar Tiro y se llevó a sus sobrinos consigo: Frumencio y Desio. En el camino de regreso su barco hizo escala en un puerto del Mar Rojo, Abdulis, donde fueron atacados por los etíopes. Ninguno de los tripulantes escapó de la masacre, excepto los dos hermanos, que se salvaron porque eran muy jóvenes y no se hallaban en el barco. Capturados y transportados como prisioneros a la corte del rey de Etiopía en Axum, la narración dice que sucedió un grande milagro pues el rey no solo no maltrató a los jóvenes, sino que los hizo sus esclavos predilectos y, en breve tiempo, los llegò a apreciar tanto que designó a Edesio como copero y a Frumencio como administrador de los bienes del reino.
Su liberación y el retorno
Poco antes de su muerte, el rey de Etiopía decidió conceder a los dos jóvenes su libertad, pero fue la reina quien los mantuvo aún en la corte, rogándoles incluso que administraran el reino hasta que el heredero, el pequeño Ezana, alcanzara la mayoría de edad. Cuando esto finalmente sucedió, Edesio regresó al Líbano donde pudo finalmente abrazar a su familia de nuevo; Frumencio, en cambio, se detuvo en Alejandría, donde fue muy bien recibido por Atanasio. Frumencio le contó al gran obispo su azarosa experiencia en Etiopía, donde el rey le había dejado libre para construir iglesias y educar a la población en la religión cristiana.
“Abuna Salama Kesetie Berhan”
Y fue así como después de convocar un consejo de obispos, Atanasio consagró a Frumencio como primer obispo de Axum, una ciudad de Etiopía considerada como un trampolín para la evangelización del nuevo continente. A su regreso, la población lo acogió de la mejor manera posible, llamándolo “Abuna Salama Kesetie Berhan”, es decir, un padre pacífico revelador de la luz. Allí el obispo misionero hará uno de los primeros experimentos de inculturacion del evangelio en Africa, pues comenzó con la traducción de la Biblia al idioma local y con el enriquecimiento de la liturgia cristiana alejandrina con bailes, bellas canciones y ancestrales ritos populares.
San Namancio de Clermont
San Namancio fue obispo de Clermont en la antigua Galia, actual Francia, en el siglo V. Se le conoce por su labor pastoral y por su incansable servicio a los pobres y necesitados. Durante su tiempo como obispo, promovió la construcción de iglesias y se dedicó a fortalecer la comunidad cristiana en su región. Es recordado como un hombre de paz y un defensor de la fe, y su festividad sigue siendo una ocasión para honrar su legado de humildad y compromiso.
San Vicente, religioso mercedario
San Vicente fue un religioso de la Orden de la Merced, dedicada a la redención de cautivos. En su tiempo, la orden tenía la misión de liberar a los cristianos que habían sido tomados prisioneros en tierras musulmanas. San Vicente dedicó su vida a esta misión, ofreciendo su vida como un rescate por aquellos que habían perdido su libertad. Su devoción a esta causa y su sacrificio han hecho que sea recordado como un modelo de valentía y entrega a los demás.
Beata Emilina
La Beata Emilina es una figura venerada por su vida de oración y sencillez. Aunque no se sabe mucho sobre su vida, se le recuerda por su devoción y su compromiso con una vida humilde y piadosa. Emilina representa a aquellos santos que, sin ser figuras públicas o reconocidas, encuentran la santidad en la vida cotidiana y en la profunda fe en Dios.
Otros santos y beatos:
- San Gaudioso de Salerno, obispo del siglo V conocido por su amor a la justicia y su dedicación al servicio de su comunidad.
- San Desiderio de Auxerre, un obispo francés que se destacó por su labor evangelizadora y por su liderazgo espiritual en tiempos de gran dificultad.
- Beato Bartolomé de Vicenza, miembro de la Orden Dominicana y promotor de la paz entre las ciudades en conflicto en la Italia medieval. Fundó una asociación de paz llamada “Milicia de Jesucristo”.
- Beato Salvador Mollar Ventura, un mártir español de la Guerra Civil que fue beatificado por su valentía y fidelidad a su fe.
Conclusión
En resumen, el 27 de octubre es una fecha significativa para recordar y honrar a estos santos y beatos. Sus vidas, aunque muy diferentes entre sí, son ejemplo de dedicación a la fe, sacrificio por los demás y amor a Dios. La Iglesia los celebra para inspirar a los fieles a seguir sus pasos, y para recordar que, en cada época y circunstancia, la santidad puede encontrarse en quienes eligen vivir sus vidas con integridad y devoción.