Si algo hay que destacar de Sergio Pérez, al margen de su talento y habilidad con un volante en las manos, es su capacidad de resiliencia. El mexicano se ha convertido en un artista cuando se trata de salir de las situaciones más comprometidas, que a lo largo de sus casi 14 cursos consecutivos en el Mundial de Fórmula 1 han sido muchas. Pérez irrumpió como un tiro en Sauber (2011), desde donde llamó la atención de McLaren (2013), antes de ser prácticamente repudiado de la escudería de Woking (Gran Bretaña), un ejercicio después de ficharlo. Encontró cobijo en Force India (2014), donde pasó siete años, los últimos de ellos con altibajos, a raíz de la sombra de disolución del equipo. Su primer triunfo en el certamen (2020), ya cuando la escudería corría bajo el nombre y los fondos de Racing Point, le abrió un halo de esperanza por el que Red Bull le rescató prácticamente del paro. Tras un primer año portentoso (2021), en el que fue una pieza capital para la consecución del título de Max Verstappen, el debate acerca de si el de Guadalajara es verdaderamente merecedor de conducir el monoplaza de referencia ha ido abarcando cada vez más terreno en un paddock donde se multiplican los pretendientes.
Un arranque de temporada muy sólido, con cuatro podios en las cinco primeras paradas del calendario, le valieron al corredor de Jalisco para certificar su renovación con Red Bull hasta 2026. Cuatro meses después del anuncio, la percepción generalizada es que solo un abrupto cambio de tendencia puede mantenerle en el taller de la marca energética en 2025. Este verano, Checo ya salvó una bola de partido en contra que terminó llevándose por delante a Daniel Ricciardo. Pero ahora se ha quedado sin red y la coyuntura actual obliga a la escudería del búfalo rojo a mover ficha.
Con Verstappen disparado y contando sus carreras por victorias, la merma de puntos del otro lado del taller era negativa, pero, hasta cierto punto, asumible. No obstante, con Mad Max mucho más apurado por los cambios en el RB20, que lo han convertido en un coche mucho menos manejable que uno meses atrás, y con la vigorosidad con la que McLaren se ha unido a la fiesta, competir con solo un monoplaza es insostenible para Red Bull.
Por más fenómeno que sea Verstappen, los más de 200 puntos que separan al líder de la tabla general de la octava posición que ocupa su vecino de garaje le dejan sin defensa. La diferencia de velocidad entre ambos es plausible y se acrecienta a cada kilómetro recorrido. Este domingo (22:00 horas, Dazn), en México y ante una hinchada que le venera y que sufre por él, Pérez comenzará desde las catacumbas de la parrilla (18º), tras quedar eliminado por quinta vez en la primera criba de la cronometrada (Q1). “Mis sensaciones fueron muy distintas a las de los entrenamientos. No puedo frenar bien y eso hace que transmita demasiada energía a las gomas”, resumió, abatido, desde el Autódromo Hermanos Rodríguez. A pesar de quedarse apenas sin rodar el viernes, el holandés se las apañó para meterse en la eliminatoria definitiva (Q3), y colocarse el segundo, por detrás de un magnífico Carlos Sainz, que se sacó una serie de dos vueltas perfectas para llevarse su primera pole de 2024. La anterior data de 2023, en Singapur, donde el domingo firmó un triunfo de mucho pedigrí. Fernando Alonso, por su parte, comenzará el 13º. “Sé que mi temporada ha sido terrible. Empecé muy bien, pero después se complicó mucho”, reflexionaba Pérez, desde un circuito en el que ha logrado subirse al cajón en dos ocasiones (2021 y 2022).
En los despachos de Red Bull, a Christian Horner, el director, se le acaba la paciencia y se le acumulan los candidatos. El gran papel de Liam Lawson en RB, como sustituto de Ricciardo, el test que Yuki Tsunoda realizará con Red Bull en Abu Dabi y la aparición de Franco Colapinto, que sigue sin asiento para 2025, no hacen más que generar ruido en un momento en el que a Pérez se le exige un buen resultado. “Creo que Checo lo resumió perfectamente. Ha sido un mal año para él. Empezó fuerte, pero después ha tenido problemas para recuperarse”, coincide Horner.