Franco Colapinto participó este sábado de la tercera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Fórmula 1 en el circuito Hermanos Rodríguez, en la capital de México. Tras un viernes en el que las prácticas le sirvieron para familiarizarse con una pista con poco grip, el piloto de 21 años tuvo una hora para ajustar detalles de cara a la clasificación de esta tarde, a las 18 (hora argentina) para el Gran Premio de México, que se disputará este domingo. Y fue 13°, tras rodar lo justo y necesario.
La falta de agarre es un conflicto que no cesó en el inicio de la actividad de este sábado. A eso se le sumaron las dudas individuales, por frenos, ruidos, inestabilidad… y hasta un espejo suelto en el Mercedes de George Russell. La mayoría de los autos permanecieron en los boxes en los primeros 20 minutos. Recién ahí salió Colapinto a girar, con neumáticos medios, con las Ferrari del español Carlos Sainz y del monegasco Charles Leclerc como los más rápidos en el inicio.
Un trompo del neozelandés Liam Lawson (RB) llevó algo de zozobra al quedar detenido en en medio de la pista. Los que venían detrás lograron esquivarlo, mientras el piloto volvía a poner el auto en el sentido que correspondía tras un breve tramo a contramano. Flamearon las banderas amarillas, pero no fue necesario detener la sesión.
Superada la mitad del entrenamiento, Colapinto estaba a 1s008/1000 de Sainz, el más veloz. De todos modos, iba más rápido que su compañero, Albon, y solamente tres pilotos de los que están delante suyo tenían las mismas gomas. El resto giraba con las rojas, las que permiten mejor rendimiento.
Ya con neumáticos nuevos, Colapinto aceleró fuerte y ofreció un mucho mejor registro, pese a tener alguna complicación en el primer sector al pasar por encima de los pianitos. No obstante, consiguió establecer el quinto mejor tiempo de manera parcial, a poco más de 500/1000, en un momento en el que los autos comienzan a ser exigidos en mayor medida.
En ese momento, los McLaren dieron un salto de calidad, con el australiano Oscar Piastri y el británico Lando Norris superando a las Ferrari y a Max Verstappen (Red Bull) para tener el parcial 1-2. Franco quedó a 1s220/1000 del primero, dos lugares detrás de Albon, que fue 201/1000 más rápido. El final de la tanda mostró a varios pilotos lamentándose por no poder frenar a tiempo en la primera curva, algo que padeció mucho Sergio “Checo” Pérez. Los Red Bull no logran tomar el ritmo deseado.
El que estuvo en peligro fue Alessandro, un mecánico de Ferrari que se cayó al correr hacia atrás en la puerta del box para darle pista libre a Leclerc. Enseguida se levantó y el piloto consultó por radio si estaba todo bien. Hubo muchas risas.
La jornada del viernes había tenido dos grandes golpes. Uno, de su compañero en Williams, el tailandés Alexander Albon, en la primera tanda, cuando se llevó por delante a la Ferrari de Oliver Bearman y lo trató de “idiota” por la radio. Otro, del británico George Russell, que perdió el control del Mercedes y terminó contra las barreras de contención en la segunda sesión, que concluyó en el servicio médico. Eso obligó a ambos equipos a trabajar fuerte en esos vehículos para acondicionarlos de cara al resto del fin de semana, con lo que el tercer entrenamiento les sirve para experimentar cómo están sus coches.
El tricampeón del mundo, el neerlandés Max Verstappen, atraviesa una situación similar: tuvo un viernes para el desencanto, sin poder marcar ningún tiempo en la tarde y con el Red Bull desarmado en los boxes la mayor parte de esa segunda tanda. Este sábado, necesitaba ponerlo a punto contrarreloj, para no mostrarse frágil en su pelea por el título, y pronto logró mostrarse un poco más competitivo. Aunque volvió a quejarse: “Esto no funciona”.