Las autoridades iraníes han asegurado este lunes que la venganza contra Israel por el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniya, es “inevitable”. La Guardia Revolucionaria iraní ha advertido de que, con actos como el asesinato de Haniya, Israel “está cavando su tumba”; mientras que el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kananí, ha afirmado que responder a ese ataque es un “derecho inalienable” de su país. En las últimas horas, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha advertido a los países del G-7 de que se podría producir un ataque de Irán contra Israel en un plazo de 24 horas, según Axios.
Del lado israelí, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, ha pedido al ejército que se prepare para “todas las opciones” ante la posibilidad de una ofensiva iraní. Gallant ha puntualizado que los “enemigos de Israel están considerando” todas sus opciones para responder a las acciones de las fuerzas israelíes en el pasado y ha dicho que es importante “estar preparados para todos los escenarios posibles, incluso la posibilidad de responder rápido a un ataque”.
El G-7 y la ONU han llamado a rebajar las tensiones en Oriente Próximo ante la amenaza de una escalada del conflicto. Los países del G-7 han instado a la moderación y a la desescalada; mientras que la ONU se ha mostrado “profundamente preocupada” por el riesgo de un conflicto más amplio y ha pedido a todas las partes que actúen “urgentemente” para desescalar la situación.
Sobre el terreno, Israel ha devuelto los cadáveres de más de 80 palestinos a la franja de Gaza, según ha confirmado el Ministerio de Salud palestino. El director del Servicio Civil de Emergencia en Jan Yunis, Yamen Abu Suleiman, ha afirmado que no está claro si los cuerpos habían sido desenterrados de los cementerios gazatíes por el ejército o si eran “detenidos que habían sido torturados y asesinados”. El Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, ha elevado a 39.623 los muertos y a 91.469 los heridos en la Franja desde que se inició la ofensiva israelí el 7 de octubre.
En el plano diplomático, Turquía ha comunicado que solicitará formalmente unirse al caso de genocidio de Sudáfrica contra Israel en el Tribunal Internacional de Justicia. Turquía había anunciado en mayo su decisión sumarse al caso iniciado por Sudáfrica al intensificar las medidas contra Israel por su ataque a Gaza, y que presentaría su solicitud después de los preparativos legales necesarios.
Además, nueve trabajadores de UNRWA pudieron estar implicados en el ataque del 7 de octubre, según la ONU. La oficina de servicios internos de la ONU ha presentado las conclusiones de su investigación sobre una veintena de trabajadores locales de la UNRWA en Gaza, a los que Israel había acusado de connivencia en los ataques de Hamás.
