La Fórmula 1 presenta otro final de temporada con Verstappen en el ojo del huracán. El neerlandés vuelve a ser protagonista por su situación en el Mundial, donde resiste en el liderato frente a un McLaren superior en la segunda mitad de temporada; pero también, por acciones polémicas de las que ha salido airoso como sucedió en Austin. En las últimas cinco vueltas del GP de Estados Unidos, Norris se convirtió en la gran amenaza del piloto de Red Bull con un ritmo superior y un monoplaza que ofrecía mucho más rendimiento. Sin embargo, entre la ley, el tricampeón volvió a encontrar la trampa que dejó sin podio al británico. Todo ello, tras una penalización de cinco segundos que durante la carrera, en acciones similares, fue para quien imitió la maniobra de Max.
Russell y Tsunoda también fueron sancionados con cinco segundos por forzar a su rival en la curva 12. Aunque en su caso, actuaron como un Verstappen que, por partida doble, salió indemne de cualquier castigo. Pero no de la polémica, porque el incidente que protagonizó con Lando en las últimas vueltas, cuando Max llevó al McLaren hasta el exterior, acabó con el británico penalizado por salir de pista y ganar ventaja… según los comisarios. Una sentencia que para Toto Wolff, jefe de Mercedes, fue incoherente con el único fin de beneficiar al piloto de Red Bull: “Supongo que es una toma de decisiones un poco parcial”.
El austriaco no duda en señalar a Verstappen por una acción que, al comienzo de carrera, sí castigó a su piloto. Desde el principio, Mercedes entendió los cinco segundos de penalización a Russell como una “broma total”, pero ese malestar creció ante el último trabajo de los comisarios. “Es incoherente”, insistía Wolff en Sky Sports F1, sobre otra polémica en torno a Max y un reglamento gris como explicaba: “En la carrera al esprint vimos algunos de esos incidentes que eran exactamente iguales y no fueron penalizados cuando se competía por posiciones reales. Así que recibir (Norris) esa penalización es completamente extraño y bizarro”.
Con la intención de rebajar la polémica, Wolff asumía las dificultades con las que lidian los comisarios: “Es un trabajo difícil. Algunos son muy buenos, otros se esfuerzan al máximo, y hay que valorar a esos tipos”. Sin embargo, de manera indirecta, el responsable de Mercedes no dudaba en volver a señalar a la FIA y esas decisiones, que cree saber por qué se toman “pero no puedo decirlo por televisión”. Para el austriaco “hay correlacciones” entre unas resoluciones y otras, en función de quienes sean los protagonistas de las maniobras. Que en este caso, se creen inocentes y también aluden a los antecedentes como demuestra Verstappen: “Se quejan de muchas cosas últimamente. Está muy claro en el reglamento, por fuera de la línea blanca no se puede adelantar. A mí también me lo han hecho en el pasado”.
