Hasta ahora, en 2024, las lesiones graves causadas por caídas desde el muro fronterizo entre Estados Unidos y México aumentaron un 58 por ciento en comparación con 2023, y esa cifra aumentará, ya que el total anual de este año aún no está completo.
Estas cifras provienen del Hospital Scripps Mercy y el Centro Médico UC San Diego. Juntos, los dos hospitales de Hillcrest brindan servicios de traumatología en un tramo de 30 millas de la frontera desde el Océano Pacífico hasta Tecate.
En 2023, estas dos instalaciones registraron en conjunto 629 caídas desde la estructura de acero de 30 pies lo suficientemente graves como para resultar en una hospitalización. En lo que va de 2024, el número total de caídas graves asciende a 993, aunque esa cifra está incompleta. Los datos de la UC San Diego cubren de enero a septiembre, mientras que el total proporcionado por Scripps llega hasta agosto.
Por tanto, cada instalación ha tenido un promedio de dos admisiones por caídas en la frontera por día, aproximadamente el doble de la cantidad de casos observada en 2021, cuando el número de caídas aumentó significativamente.
¿Por qué se está produciendo este aumento? La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos no dio una respuesta cuando se le preguntó, y los dos sistemas de salud que reciben directamente la mayor parte de los casos de traumatismos también se mostraron reacios a citar una causa específica.
Sin embargo, Pedro Ríos, que dirige el Programa Fronterizo Estados Unidos-México dirigido por American Friends Service Committee, una organización sin fines de lucro que ayuda a quienes quedan atrapados regularmente entre los dos muros fronterizos paralelos de San Diego, proporcionó una hipótesis de trabajo.
Este año, señaló Ríos, las autoridades mexicanas han establecido puestos de control más al este, hacia la comunidad rural de Jacumba, donde hay un solo muro que se puede traspasar con mayor facilidad y los cruces se han vuelto más comunes.
“Eso obligó a las rutas migratorias a moverse tanto al este como al oeste”, dijo Ríos. “Mi conclusión sería que este cambio significa que la gente está cruzando en zonas donde hay más capas de muro fronterizo, lo que aumenta la posibilidad de lesiones y muertes”.
Si bien la mayor demanda de servicios de trauma costosos, especialmente las cirugías ortopédicas que suelen requerir quienes se fracturan las extremidades inferiores, los huesos pélvicos y los huesos del talón, consume recursos, los directivos de ninguno de los dos centros dijeron que el aumento del flujo haya desbordado la capacidad de tratamiento.
Pero eso no significa que quienes están al borde de esta tendencia no estén preocupados por el aumento que se ha observado, especialmente dado que las caídas por trauma solían ser relativamente raras. Estos dos centros registraron solo 80 en 2019, el año en que el gobierno federal aumentó la altura del muro siguiendo las instrucciones específicas del entonces presidente Donald Trump.
“El miedo siempre ha sido no los dos, tres o cinco que nos llegan diariamente, sino qué pasaría si fueran 50 o 100 en un día”, dijo el Dr. Vishal Bansal, director de cirugía de trauma en Scripps Mercy.
Si bien una cantidad tan grande puede parecer una fantasía para la persona promedio, el médico señala que uno no puede evitar pensar en un posible escenario de peor caso.
Imaginemos, dijo, una gran cantidad de personas escalando una sección relativamente pequeña del muro y causando un derrumbe.
“Si algo así sucediera, podría causar muchas víctimas, y eso efectivamente cerraría el sistema de trauma durante varios días”, dijo Bansal.
En una mañana reciente, el equipo de trauma en Scripps Mercy se reunió para las rondas matutinas, trabajando en 30 casos que ocupaban camas de hospital. Cuatro de ellos estaban relacionados con caídas en la frontera, con lesiones en las extremidades inferiores que generalmente requerían unos días para sanar lo suficiente para el alta. Este, dijeron los médicos y enfermeras, fue un período más lento. En ocasiones, hasta un tercio de los pacientes en camas de traumatología del Mercy han sido personas que han sufrido caídas del muro fronterizo.
La mayoría son dados de alta y se reúnen con familiares, generalmente en otras partes del país, dijeron los funcionarios. Los pacientes generalmente deben trabajar para obtener suficiente dinero de familiares a menudo distantes en los EE.UU. para comprar un boleto de avión. La alternativa es regresar a la frontera y entregarse a la Patrulla Fronteriza de los EE.UU., presentando una solicitud de asilo en los Estados Unidos.
Esto, dijo una enfermera, casi nunca sucede. La gran mayoría se va y presenta esa solicitud en otro lugar.
Ríos, el director de extensión fronteriza del Comité de Servicio de Amigos Americanos, que mantiene una observación permanente de la tierra de nadie entre los dos muros fronterizos al oeste del puerto de entrada de San Ysidro, confirmó que, una vez tratados, los migrantes generalmente son liberados por los proveedores de atención médica. Los agentes de la Patrulla Fronteriza generalmente no se quedan con ellos en los hospitales durante el tratamiento.
Una vez liberados, los migrantes pueden presentar una solicitud de asilo “afirmativa”, el proceso para aquellos “físicamente presentes en los Estados Unidos”, según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.
Es muy diferente a presentar una solicitud de asilo mientras aún están en México, donde los migrantes enfrentan una amplia gama de dificultades y gastos a la espera de decisiones sobre asilo que, según muchos relatos, a menudo son rechazadas. Un informe de 2023 de The New York Times encontró, por ejemplo, que “la cantidad de migrantes adultos solteros que pueden pasar las evaluaciones iniciales en la frontera ha disminuido del 83% al 43%” en virtud de una nueva política de asilo que entró en vigencia en 2023.
Algunos podrían preguntarse si quienes se caen del muro fronterizo lo hacen por el deseo de presentar una solicitud de asilo desde dentro de los Estados Unidos, dado que muchos de los que lo hacen desde el sur de la frontera no lo logran.
Ríos dijo que no ha encontrado ese sentimiento entre los muchos migrantes con los que ha hablado. La mayoría, dijo, parece simplemente querer llegar a Estados Unidos y se han visto atrapados en un proceso que está fuera de su control.
Señaló que el cruce fronterizo está controlado por cárteles mexicanos que cobran miles de dólares por cada cruce. Pero, cuando un migrante compra esos servicios, dijo, los métodos exactos que se utilizarán no están especificados.
“Los llevan a una casa segura y pueden estar allí durante medio día antes de que los lleven al muro fronterizo, y los confrontan con una escalera y les dicen: ‘así es como van a cruzar’”, dijo Ríos. “En ese punto, realmente hay pocas oportunidades de dar marcha atrás, porque están tratando con personas que podrían estar involucradas con el crimen organizado o redes de contrabando en las que no necesariamente se puede confiar.
“De alguna manera se sienten obligados a cruzar de esa manera”.
Dado que los muros fronterizos están construidos con listones de acero a través de los cuales se puede ver, algunos podrían preguntarse por qué las autoridades no derriban las escaleras poco después de que se colocan. Ríos dijo que muchas escaleras se derriban de esta manera, pero los traficantes son astutos. A menudo esperan hasta que esté oscuro afuera o hasta que la niebla se extienda por el valle del río Tijuana antes de intentarlo. A veces, se sabe que hay oleadas de personas en días festivos cuando se sospecha que las agencias gubernamentales tendrán menos agentes de servicio.
Y, agregó Ríos, la velocidad a la que ocurre todo el proceso hace que sea difícil para los miembros de la Guardia Nacional Mexicana derribarlas antes de que haya probabilidades de que haya lesiones humanas.
“Es un proceso tan rápido que la gente podría estar ya subiendo por la escalera y volcarla podría causar lesiones aún mayores”, dijo, recordando un caso en el que una escalera se derribó después de que la hija de una mujer había logrado cruzarla pero ella no, hiriendo a una madre y separándola de su hijo.
Se necesita una lesión grave para terminar en la unidad de traumatología de un hospital. Aquellos que se caen del muro y sufren esguinces de tobillos o cortes menores, por ejemplo, son tratados en la frontera y no transportados. Pero hay una gradación de las lesiones incluso entre aquellos que sufren heridas lo suficientemente graves como para ser enviados a una unidad de traumatología. Los heridos más graves acaban en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales, que ofrecen soporte vital avanzado, como el uso de respiradores mecánicos llamados ventiladores.
Aunque no se disponía de datos completos sobre la cantidad de pacientes con traumatismos causados por el muro fronterizo que han resultado lo suficientemente graves como para requerir ingreso en cuidados intensivos, UC San Diego Health proporcionó un desglose de sus pacientes, indicando que el 8 por ciento de todos los pacientes que han sufrido caídas en el muro fronterizo han sido ingresados en su UCI desde 2019. Este año, sin embargo, aunque las admisiones en la unidad de traumatología han aumentado significativamente, solo el 4 por ciento ha sufrido lesiones tan graves que acaban en la UCI. Esa tendencia se refleja en la cantidad de tiempo que los pacientes que han sufrido caídas en la frontera han pasado en el hospital. La duración media de la estancia este año ha sido de dos días, en comparación con los tres de 2023, cuando el 7 por ciento de los pacientes que han sufrido caídas en la frontera acabaron en la UCI.
Estos casos más graves, dijo Bansal, pueden ser extremadamente difíciles de tratar con éxito. Un ejemplo reciente, dijo, fue el de un paciente que sufrió una lesión cerebral traumática grave después de caerse de la pared y, aunque los cirujanos intentaron aliviar la presión de la hinchazón extirpando parte del cráneo del paciente, falleció.
Esa intervención médica no es gratuita.
La UCSD recibe algún reembolso por la atención al paciente, aunque no cubre los costos incurridos. Los cargos brutos totales de los pacientes atendidos en 2023 y 2024 fueron de 151 millones de dólares, de los cuales unos 24 millones no fueron reembolsados.
Original Story
Hospitals report 58 percent increase in border wall trauma falls
