Mientras las grandes empresas tecnológicas abandonan el trabajo remoto, surgen nuevas tensiones entre productividad y bienestar laboral. ¿Qué hay detrás de esta tendencia?
El fin del trabajo remoto: ¿qué está pasando en Silicon Valley?
El trabajo remoto se popularizó durante la pandemia de COVID-19, especialmente en el sector tecnológico, donde ya era una práctica común. Sin embargo, tras varios años de éxito con esta modalidad, gigantes como Amazon y Meta están exigiendo a sus empleados que vuelvan a la oficina, argumentando que la productividad mejora cuando los equipos trabajan juntos físicamente.
Andy Jassy, CEO de Amazon, anunció recientemente que la empresa implementará una política de regreso a la oficina a partir de enero, destacando las “ventajas significativas” de estar físicamente presentes en el lugar de trabajo. A pesar de que muchos directivos elogiaron anteriormente el teletrabajo, ahora parecen haber cambiado de opinión, generando una creciente tensión con sus empleados.
Protestas en la industria: ¿qué dicen los empleados?
El cambio hacia una modalidad híbrida o presencial ha generado malestar entre los trabajadores. En Ubisoft, una de las principales desarrolladoras de videojuegos, los empleados se declararon en huelga esta semana en protesta por la política de vuelta a la oficina, que solo permitirá dos días de teletrabajo a la semana. Muchos argumentan que ya han reorganizado sus vidas en torno al trabajo remoto, mudándose incluso lejos de las grandes ciudades.
Meta, por su parte, implementó una política similar a fines de 2023, obligando a los empleados a asistir a la oficina al menos tres días por semana. Además, monitorean la asistencia y el incumplimiento podría derivar en despidos.
No todos siguen la tendencia: el caso de Spotify
No todas las empresas tecnológicas han seguido esta tendencia. Spotify, por ejemplo, se ha mantenido firme en su decisión de continuar con el trabajo remoto. Katarina Berg, jefa de recursos humanos de la compañía, afirmó que no tiene sentido tratar a los empleados como niños, y que aunque colaborar en un entorno virtual es un desafío, no es motivo para obligar a la gente a regresar a la oficina.
¿Una estrategia para reducir personal?
Algunos expertos señalan que este cambio podría tener otra motivación: reducir la plantilla sin recurrir a despidos. Un estudio de Bamboo HR reveló que una de cada cuatro empresas que implementaron políticas de vuelta a la oficina lo hicieron con la expectativa de provocar renuncias, lo que permitiría reducir personal sin los costos y el impacto de un despido masivo.