Por Chuck Todd — NBC News
En un país dividido por la política y polarizado en muchas cuestiones culturales, la mayoría está de acuerdo en una cosa: no les gusta la presidencia de Joe Biden.
A pesar de que el nombre del mandatario demócrata no aparecerá en la boleta este 5 de noviembre, su impopularidad sigue estando presente en estas elecciones.
Desde su política fronteriza hasta su manejo de la economía y las guerras en el extranjero, no hay mucho de la gestión de Biden que les guste a los votantes en este momento. Es por eso que el expresidente Donald Trump tiene básicamente un 50-50 de posibilidades de volver a la Casa Blanca, sólo cuatro años después de que el electorado lo despidiera.
La razón por la que las posibilidades de Trump no son mayores es debido a que los demócratas finalmente detectaron lo que ocurría y decidieron cambiar a Biden por la vicepresidenta, Kamala Harris. Ahora, mirando en retrospectiva, está más claro que Biden simplemente no tenía posibilidades de ganar la contienda contra Trump.
Pero, aunque Biden ya no esté en la boleta, los votantes sienten su presencia. Si hay algo que está claro es que no quieren un candidato que les recuerde a Biden.
En la más reciente encuesta de NBC News, el 54% de los encuestados desaprobó el trabajo del presidente, una cifra que fue subiendo mientras arreciaba la inflación en todo el país. Esto subraya el reto al que se enfrenta Harris en cuando a la economía.
En una proporción de 2 a 1 ―22% positivo, 46% negativo―, los votantes ven el manejo de la economía por parte de Biden de manera negativa, incluida aproximadamente una quinta parte de los “votantes indecisos”.
Para tener una idea de qué prefiere políticamente ese 21% del electorado en este momento, en la encuesta prefirieron a Trump sobre Harris por 7 puntos porcentuales, pero optaron por el control demócrata del Congreso, por 4 puntos.
Cuando se profundizó en la categoría de “votantes indecisos”, se observó que el manejo de la economía por parte de Biden es aun más problemático para Harris.
Entre los votantes que se identifican como independientes, la visión positiva/negativa de este tema fue 16%-49%: las mujeres de los suburbios (26%-37%), las mujeres blancas (22%-47%) y las mujeres mayores de 50 años (30%-45%).
Todos estos son grupos de votantes entre los que Harris tiene que ganar apoyo para ganar estas elecciones.
Un comentario de Harris en el programa The View la semana pasada es potencialmente devastador para su campaña, a pocas semanas del día de las elecciones. Cuando se le pidió que identificara una decisión tomada por Biden como presidente en la que ella hubiera tomado otra ruta, respondió: “No se me ocurre ninguna”.
Es una declaración que podría ser muy inconveniente estas últimas semanas de la contienda electoral, y quizá incluso perseguirla por años, si pierde.
El Partido Republicano ha aprovechado cualquier oportunidad para convertir esta campaña en un simple referéndum sobre el partido en el poder. Y con razón, como ya se ha explicado: Biden es impopular, al igual que su gestión. De hecho, Biden es ahora más impopular que Harris o Trump.
Quienes aprueban el mandato de Biden o a quienes no les gusta Trump pueden considerar que el comentario de Harris en The View no es gran cosa. Pero deben recordar que los votantes que decidirán estas elecciones no están tan movidos por la conducta de Trump. Si lo estuvieran, no seguirían siendo votantes indecisos.
El historial de los vicepresidentes en ejercicio en la era política moderna no es muy bueno. Sólo uno de los cuatro que han intentado suceder a sus presidentes en ejercicio ha ganado: George H.W. Bush en 1988. Richard Nixon en 1960, Hubert Humphrey en 1968 y Al Gore en 2000 perdieron contiendas muy reñidas.
De aquí al día de las elecciones, se espera que Harris encuentre más formas de diferenciarse de Biden. Pero el tiempo corre, y su comentario de la semana pasada sólo significa que tiene más trabajo que hacer y menos tiempo para hacerlo.
Mientras tanto, hay un aspecto de la impopularidad de Biden que debería preocupar a Trump: la edad. Ahora que el republicano es el candidato más longevo, su resistencia mental y física están más bajo la lupa. El equipo de Harris ha utilizado eficazmente su edad como arma. Habrá que ver cómo evoluciona esta estrategia.
Algunos analista políticos han predicho que en esta contienda no habrá una división masiva entre el voto popular y el Colegio Electoral, que ha sido una gran constante en las dos últimas elecciones presidenciales.
Es interesante cuán menor es la ventaja demócrata en los estados “azules” en 2024 en comparación con 2020 y 2016. En 2016, Trump perdió los principales estados demócratas por 22 puntos, y en 2020, los perdió por 24 puntos. En esta encuesta más reciente, Trump estaba abajo en los principales estados demócratas por solo 13 puntos.
[Harris lleva ventaja sobre Trump y ve un salto histórico en popularidad, según nueva encuesta]
Quién sabe lo que la gira de Trump por los estados azules durante los próximos 10 días puede hacer por su apoyo en dichos territorios, pero una cosa es segura: si gana la presidencia ganando también el voto popular, significará para él un tipo de mandato diferente del de en 2016.