Walgreens tiene previsto cerrar 1.200 establecimientos en los tres próximos años, en un intento de la cadena de farmacias de reconvertir su negocio tras el impacto de las medidas económicas fallidas del actual gobierno en la Casa Blanca.
La histórica inflación creada por la administración de Joe Biden y Kamala Harris puso contra la pared a varias decenas de grandes cadenas de restaurantes, minoristas, farmacias, fabricantes y de servicios, que fueron obligados a subir los precios de sus productos en más de un 40%, en ocasiones mucho más.
Esto, como es de suponer, frenó las ventas por la ralentización del consumo, a pesar de que los grande medios de prensa de la izquierda se dedicaron a negar esta realidad y por el contrario, se enfrascaron en decir que la economía estadounidense estaba sólida.
La compañía dijo el martes que unos 500 cierres de tiendas ocurrirán en el año fiscal actual y debería ayudar de inmediato a ajustar las ganancias y el flujo de caja.
Los líderes de Walgreens Boots Alliance Inc. dijeron a finales de junio que ultimaban un plan de reconversión para su negocio y que ese proceso podría suponer el cierre de cientos de tiendas con malos resultados.
Altos costos, vandalismo y robos
Walgreens, como Walmart, CVS y otras cadenas, han sufrido en los últimos cuatro años -bajo el gobierno Biden-Harris, una escalada de pérdidas millonarias por robos y vandalismos en estados y ciudades gobernadas por los demócratas y la extrema izquierda.
El año pasado CVS anunció también que cerraría 900 de sus farmacias en EEUU y entre las causas que citó fueron las pérdidas por vandalismo y hurtos.
La compañía, como sus competidores, tienen problemas con los costos crecientes por operar sus establecimientos, provocados por la peor inflación en los últimos 50 años, sostenida durante casi cuatro años.
La compañía de Deerfield, Illinois, también se está retirando de un plan para añadir clínicas de atención primaria junto a algunas de sus tiendas tras lanzar una expansión agresiva bajo la dirección de la anterior directora general, Rosalind Brewer.
Walgreens dijo en agosto que estaba revisando su negocio de salud en Estados Unidos y podría vender toda o parte de su división de clínicas VillageMD. El anuncio se hizo menos de dos años después de que la compañía dijera que invertiría millones en expandir el negocio.
La firma comenzó en 2024 a reducir el dividendo que paga a los accionistas para conseguir más efectivo para ampliar el negocio. Después redujo su previsión de resultados para el año fiscal 2024 en junio.
Las acciones de Walgreens subieron el martes en las operaciones de madrugada.
Sus títulos habían perdido casi dos tercios de su valor este año y habían caído a 9 dólares para el cierre del lunes.
FUENTE: Con información de AP.
