A tan sólo dos semanas de las elecciones, ¿cuáles serán los factores que definirán el resultado? En primer lugar, hay que prestar atención a los estados clave. En esta ocasión, son Arizona, Carolina del Norte, Georgia, Michigan, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin. Todas estas entidades son muy importantes para ambos partidos, pero es probable que el “cinturón del óxido”, compuesto por Michigan, Pennsylvania y Wisconsin, sea el verdadero fiel de la balanza.
Lee más
Si los demócratas no ganan al menos dos de los tres estados, es prácticamente imposible que obtengan la victoria en la elección presidencial. En un escenario poco probable, los republicanos podrían conseguir el triunfo en los comicios presidenciales con tan sólo uno de estos tres estados, aunque ganar dos de ellos representaría un camino mucho más seguro a la victoria. En otras palabras, si alguno de los dos partidos logra ganar los tres estados, podemos cantar el triunfo a favor de esa fuerza política.
De los tres estados del “cinturón del óxido”, probablemente el más importante es Pennsylvania, pues es el que cuenta con más votos en el Colegio Electoral. Además, es representativo de un cambio reciente en la política electoral de Estados Unidos: hasta hace poco, los demócratas eran el partido de la clase trabajadora —un sector muy importante en Pennsylvania—, pero en tiempos recientes los republicanos han logrado capitalizar el descontento de los votantes blancos de este grupo. Así, Pennsylvania representa la batalla entre ambos partidos por el voto de la clase trabajadora y la clase media baja.
En cierta medida, Wisconsin y Michigan son representativos de la misma disputa. En el caso de Michigan, hay un factor adicional interesante en esta elección: el estado tiene un importante sector de votantes musulmanes. Considerando la —más que justificada— indignación que han ocasionado las atrocidades y los crímenes de guerra que Israel ha cometido en Gaza —que algunos, incluyéndome, califican de genocidio— con apoyo estadounidense, la decepción de estos ciudadanos frente al Partido Demócrata podría determinar el resultado electoral en Michigan y, en un caso extremo, en el Colegio Electoral.
Lee más
Otro factor importante que debemos considerar es el voto de las clases media baja y trabajadora. En el último mes, las campañas presidenciales han sido una batalla entre ambos partidos para definir quién se presenta como más empático con los problemas diarios de las personas de estos sectores, por ejemplo, los altísimos precios de las rentas de vivienda o el alza de precios de productos básicos. Cada quien con su estilo, Trump y Harris buscan posicionarse como la candidatura que comprende a estos sectores y ofrece las mejores soluciones para sus problemas. Es probable que quien obtenga más votos de estos sectores, sobre todo en los estados clave, gane la elección.
Otros grupos demográficos podrían ser determinantes para el resultado electoral. Para empezar, la campaña de Harris ha causado entusiasmo entre diversos sectores de mujeres (no sólo entre las mujeres negras, como algunos temían, sino entre las votantes en general). Una participación electoral inusualmente alta de las mujeres podría definir la elección a favor de la candidata demócrata. Las trabas al derecho al aborto libre y seguro que diversos gobiernos estatales republicanos han impuesto y el discurso “provida” (es decir, antiderechos) de este partido podría ser un motor adicional para el voto femenino en favor de Harris.