Más de 14.000 personas han sido bautizadas en la región amazónica del noroeste de Brasil en lo que va de año según misioneros que evangelizan en la zona.
Josué Bengtson, pastor de la Iglesia Cuadrangular de Belem, explicó que “en los primeros seis meses de este año” han bautizado a esta gran cantidad de creyentes. “Nuestro objetivo para este año es bautizar a más de 30.000 personas” destacó.
Bengtson ayudó a fundar una de las primeras iglesias cuadrangulares de la zona. Hoy en día, hay 3.200 congregaciones que prosperan en dicha región.
“Cuando empezamos a evangelizar, teníamos apenas unos pocos trabajadores y, en algunos municipios, los pastores tenían que caminar entre 10 y 15 kilómetros para abrir una congregación” -dijo- “Hoy, casi todas las iglesias de tamaño mediano en la Amazonia tienen una pequeña embarcación”.
Más de la mitad de la selva amazónica (60%) se encuentra en el noroeste de Brasil, que abarca más de 6 millones de millas cuadradas de América del Sur. Aproximadamente 30 millones de personas viven en la zona.
Según reseñó CBN News, Josué ha pasado décadas cruzando la intrincada red del río, comenzó primero como misionero y luego de pastor difundiendo el evangelio. “Aquellos primeros días fueron definitivamente mucho, mucho más difíciles que hoy” explicó el predicador.
Testimonios
Esequiel Santo, otro misionero que dedicó 32 años a esta labor en el interior de la selva, compartió su experiencia.
“Uno de los mayores desafíos fue el aislamiento y la adaptación a vivir entre las comunidades indígenas o ribereñas” -dijo- “Pero Dios estuvo con nosotros en la obra; vimos vidas transformadas, y mucha gente escuchó el evangelio, y ahora estamos viendo los frutos”.
También habló sobre los retos que conlleva compartir las Buenas Noticias. “Soy de Río de Janeiro y, en aquel entonces, como no podía permitirme un billete de avión, tenía que hacer un viaje en autobús de seis días hasta Belém. Desde allí, viajaba en barco durante otros seis días hasta las afueras de la cuenca del Amazonas”, dijo Santo.
“Una vez que llegué allí, necesité al menos 15 días en canoa, no en un barco a motor, para remar río arriba por el río Solimões y el río Purús hasta llegar a las comunidades remotas donde trabajamos. A veces, necesitábamos 35 días sólo para llegar a esas áreas remotas” agregó.
José Eustaquio Alves, un destacado sociólogo brasileño, señaló cómo los pastores o misioneros de largo plazo como Santo han tenido un impacto positivo en las iglesias evangélicas.
“La Iglesia Católica tiene mucha dificultad en la formación de nuevos sacerdotes, por eso es muy común ver Iglesias católicas en la Amazonia pero que no hay suficientes sacerdotes para dirigir congregaciones” -resaltó Alves- “Un sacerdote va una vez al mes o una vez por semestre a la Amazonia y muchas veces está lejos de la comunidad. Los evangélicos, en cambio, forman rápidamente pastores que se integran a la comunidad y por mucho tiempo”.
La senadora brasileña y pastora evangélica Damares Regina Alves cree que este movimiento es un milagro que está transformando las prácticas espirituales y construyendo un sentido de comunidad y empoderamiento.
“Durante muchos años, la gente miraba hacia la Amazonia y solo veía ríos y árboles. Hoy, la gente está empezando a recordar que allí viven personas que necesitan ser atendidas, que necesitan escuchar el evangelio y cuyas vidas necesitan una transformación. La iglesia está haciendo que esta revolución suceda“, dijo.