Ruth Chepngetich: “No tengo entrenador, me entreno sola”

• Ruth Chepngetich destroza el récord del mundo de maratón en Chicago y rompe la barrera de 2 horas y 10 minutos
• Eliud Kipchoge no se ve en Los Ángeles pero tampoco se retira: “Quiero correr algunos maratones más”
• Kelvin Kiptum machaca el récord mundial de Eliud Kichoge en maratón en Chicago (2023)

El mundo del atletismo sigue asombrado por la inesperada hazaña de Ruth Chepngetich en la Maratón de Chicago. La keniana de 30 años destrozó el récord del mundo por casi dos minutos en una carrera con un ritmo muy por debajo de la plusmarca de Tigist Assefa desde el primer tramo. En un desempeño inolvidable, resistió bien el paso de los kilómetros y logró terminar los 42.195 metros en 2 horas, 9 minutos y 56 segundos. Chepngetich borró por primera vez en la historia la barrera de las 2 horas y 10 minutos, en el aniversario de los 2h00:35 de Kelvin Kiptum en el mismo recorrido.

Su historia es peculiar. En un mundo como el de la maratón femenina, donde la explosión de Tigist Assefa y el debut brillante de Sifan Hassan eclipsan al resto de grandes corredoras, ha sido una veterana en los 42 kilómetros quien ha adelantado por la derecha a las estrellas que lucharon por el oro hasta el último metro en París. A los 30 años, y tras siete años corriendo la distancia, la keniana logra por primera vez sumar a su currículum la plusmarca mundial, en la que es su tercera victoria en Chicago. Allí, en 2022, clavó un tiempo de 2 horas, 14 minutos y 18 segundos que le propulsó hasta el segundo puesto del ránking histórico en aquel momento, tan solo por detrás de Brigid Kosgei, la primera mujer que consiguió correr más rápido que Paula Radcliffe tras 16 años de récord para la británica.

Dos años después de rozar el récord de Kosgei, y poco después del aniversario del Maratón de Berlín donde Tigist Assefa rebajó en más de dos minutos esa marca para colocar un impensable registro de 2h11:53 como récord mundial, Chepngetich volvió a buscar hacer historia en la ‘Ciudad del Viento’. Esta vez, con éxito. Dejando a su paso la quinta media maratón más rápida de la historia, la nueva superestrella keniana de la larga distancia se convirtió en la primera mujer en bajar de 130 minutos (2h10min) en la maratón (2h09:56), dándole un mordisco de 1:56 a la plusmarca anterior. Fue undécima en la general en Chicago.

Su historia toma un giro mayor tras la revelación (o recordatorio, pues nunca fue secreto) que hizo en la rueda de prensa posterior a su victoria en tierras americanas. Al ser preguntada sobre su quién era su entrenador y cuánto tiempo llevaban trabajando juntos, la mujer más rápida de la historia de los 42 kilómetros sorprendió al mundo: “Yo, como Ruth Chepngetich, no tengo entrenador. Me entreno a mí misma”. Desde el inicio de su carrera hasta esta plusmarca mundial, la keniana nunca ha tenido un entrenador.

Trabaja en la ciudad de Ngong, en Kenia, alejada a casi 6 horas en coche de la célebre ciudad de Eldoret, donde se reúnen los mejores fondistas del continente para entrenar juntos. Lo hace junto a varias liebres masculinas de alto nivel, sin un entrenador, y con preparaciones intensivas antes de sus grandes carreras. Tal y como explicó al medio africano “Nation” en 2020, trabaja sin entrenador principalmente por su vocación por la ruta desde muy joven, pues los aspectos técnicos de la pista le hubieran forzado a tener alguien que le guiase. “Obviamente, ya sé qué me funciona en los entrenamientos, así que mientras tenga un grupo de atletas (hombres) que puedan empujarme, estoy bien“.

Es madre de una niña de 14 años y ha revolucionado por completo el fondo keniano. Fue campeona del mundo de maratón en 2019, en Doha, y ha coleccionado ya tres ‘majors’ (todos en Chicago) en su carrera en las maratones comerciales. Con todo y con eso, no echa de menos la ayuda: “He tenido éxito sin entrenador porque esto va del esfuerzo individual. Un entrenador no hará que tus piernas vayan rápido. Es la implicación y el sacrificio que pongas”.

Antes de la rueda de prensa, se acordó del difunto plusmarquista masculino y compatriota Kelvin Kiptum, que corrió en 2h00:35 el año pasado en el mismo lugar: “Le dedico este récord (a Kelvin Kiptum). Quizá el podría haber hecho el récord mundial hoy también. No puedo ni explicarlo… (emocionada) Así que este es mi récord del mundo. Vuelve a Kenia”.