Esta pelea se dio tras años de expectativa, siendo un enfrentamiento entre dos de los mejores boxeadores de la división. A pesar de que Beterbiev (21-0, 20 KOs), quien ya ostentaba los títulos del CMB, OMB e IBF, incorporó el cinturón de la AMB a su colección, su impresionante récord de nocauts se vio interrumpido, ya que tuvo que ir hasta el límite de los doce asaltos.
El boxeo en la división de peso semipesado no había tenido un campeón indiscutido desde que Roy Jones Jr. renunció a uno de sus títulos en 2000. Por su parte, Bivol (23-1, 12 KOs) había defendido su título en 12 ocasiones antes de este importante combate. La pelea estaba programada inicialmente para el 1 de junio, pero un problema en la rodilla de Beterbiev lo llevó a una cirugía que obligó a aplazar el encuentro. En lugar de esperar, Bivol luchó contra Malik Zinad, logrando una victoria por TKO en el sexto asalto.
A lo largo de su carrera, Beterbiev ha sido un campeón sólido en la categoría de 175 libras desde 2017, pero la competencia que presentó Bivol fue un reto significativo. La pelea no solo marcó la culminación de una larga rivalidad, sino que también fue un hito para ambos boxeadores en sus carreras. A pesar de las adversidades, ambos se presentaron con determinación, mostrando su calidad en el ring.
El triunfo de Beterbiev representa un gran logro en su carrera, consolidándolo como uno de los mejores en la historia del boxeo de la categoría semipesada. Esta victoria, además de agregar un nuevo título a su colección, abre un nuevo capítulo en su historia como campeón indiscutido. La batalla en el cuadrilátero fue intensa y, sin duda, se recordará como un momento decisivo en el deporte.
