VALÈNCIA. Los barracones llevaban ahí 22 años, pero ayer el rumor se convirtió en consigna. El profesorado y alumnado de la Escuela Superior de Arte Dramático y el Conservatorio Superior de Danza Nacho Duato se concentraron a las puertas de su centro de estudio bajo el lema “Dignitat, seguritat i futur per als ensenyaments artístics”. Lo hicieron también arropados por los sindicatos (CCOO, STEPV, UGT y CSIF), las asociaciones, profesionales consagrados y dos referentes: Rosángeles Valls y Rodolf Sirera, que se hicieron cargo de leer parte del manifiesto.
Vestidos de luto, las personas que padecen el día a día de las instalaciones compartieron lo que este diario ha estado desvelando en las últimas semanas: un cúmulo de averías y falta de inversión a lo largo de décadas que ha convertido un edificio no apto para las artes escénicas (no tiene ni salón de actos ni los techos permiten la práctica normal de disciplinas como la danza) en un edificio inhabitable.
A las voces del profesorado y el alumnado, se sumaron ayer los sindicatos, que en una reunión con la Conselleria esta semana ya pusieron sobre la mesa que la situación de estos centros sería un tema prioritario a lo largo del curso, aunque también desvelaron que, ni desde el ISEACV (Instituts Superior de Ensenyances Artístiques) ni desde Educación se ha dado una hoja de ruta definida.
La secretaria de Política Educativa de la Federación de Educación de CC.OO., Cristina Sánchez, sí anunció que se va a establecer una mesa de trabajo con el ISEACV para diseñar las mejoras que necesita el edificio de manera más urgente mientras se debate una solución definitiva.
La Conselleria defiende su inversión
Por si parte, la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo ha remitido una nota de prensa destacando que ha “destinado en 2024 casi un millón de euros para subsanar las deficiencias que desde hace muchos años sufren el Conservatorio Profesional de Danza, el Conservatorio Superior de Danza y la Escuela Superior de Arte Dramático de València”. El importe se refiere a la sustitución de los barracones, que precisamente fue el detonante de las primeras voces de protesta, y a la sustitución de pavimento del aula escenario “debido al mal estado en que se encontraba”.
En todo caso, la Conselleria insiste que “el alumnado de los tres centros educativos está recibiendo clases con normalidad ya que los centros se han organizado para que no se pierda clase desde inicio de curso”. Las clases se están llevando a cabo, frente a la petición inicial de no empezar el curso, pero en condiciones críticas como la falta de duchas, entre otras, tal y como ha ido relatando Culturplaza.
“Desde la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo se está trabajando para ofrecer una solución definitiva para el alumnado de estos tres centros que estudian en unas instalaciones que desde hace muchos años están en unas pésimas condiciones“, admite el departamento. El conseller Rovira, en declaraciones en la prensa, también ha asegurado que la “solución a esta problemática” tiene que ser “definitiva” para otorgar un “carácter de prestigio” a estas enseñanzas, según recogió Europa Press.
Sin embargo, aún no ha aclarado si se va a realizar un informe de riesgos laborales desde el INVASSAT (Institut Valencià de Seguretat i Salut en el Treball) para ratificar la “normalidad” de este curso, ni cuáles son los planes a largo plazo para las instalaciones, ni si va a haber nuevas inversiones y mejoras a corto plazo.
