El presidente Joe Biden firmó el miércoles una legislación que eximirá de las revisiones ambientales federales a algunas instalaciones de fabricación de semiconductores de Estados Unidos que reciben subsidios gubernamentales.
Sin la nueva ley, los proyectos de la Ley CHIPS de 2022, valorada en 52,700 millones de dólares, podrían haber tenido que someterse a revisiones ambientales federales adicionales conforme a la Ley de Política Ambiental Nacional de 1969 para obtener permisos federales.
Los defensores dicen que esos proyectos ya habían cumplido con las regulaciones ambientales y los requisitos de permisos federales, estatales y locales y que sin el cambio podrían haber enfrentado potencialmente años de demoras adicionales.
Grupos ambientalistas como el Sierra Club dicen que las revisiones son esenciales para “mantener a las comunidades y a los trabajadores a salvo de los contaminantes peligrosos utilizados en la industria de los semiconductores”.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos ha asignado más de 35,000 millones de dólares a 26 proyectos, incluidos 6,400 millones de dólares en subvenciones en virtud de la ley de 2022 a Samsung de Corea del Sur, para ampliar la producción de chips en Texas, 8,500 millones de dólares para Intel, 6,600 millones de dólares para la taiwanesa TSMC para ampliar su producción estadounidense y 6,100 millones de dólares para Micron Technology para financiar fábricas estadounidenses.
La Casa Blanca dijo que “seguirá manteniendo nuestro compromiso de garantizar que los proyectos de semiconductores se construyan y operen de una manera que cumpla con los requisitos federales de agua limpia, aire limpio, especies en peligro de extinción y otros, y minimice los riesgos e impactos para los trabajadores, la salud pública y el medio ambiente”.
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Con nueva ley, Biden eximirá de revisiones ambientales a algunas fábricas de semiconductores
La Asociación de la Industria de Semiconductores había advertido que sin la ley las revisiones podrían haber retrasado o detenido proyectos que ya estaban en construcción.
La legislación bipartidista fue coescrita por el senador demócrata Mark Kelly y el senador republicano Ted Cruz.
“Al evitar retrasos innecesarios en la construcción de instalaciones de fabricación de microchips, este proyecto de ley ayudará a maximizar nuestros esfuerzos para traer esta industria de regreso a Estados Unidos, creando miles de empleos bien remunerados y fortaleciendo nuestras cadenas de suministro”, dijo Kelly.
Cruz dijo que el esfuerzo por agilizar los permisos es “un paso crucial para deslocalizar puestos de trabajo y hacer que nuestro país sea menos dependiente de China para los semiconductores críticos para la defensa nacional”.
La representante estadounidense Zoe Lofgren criticó el proyecto de ley y dijo que California albergaba sitios que habían sido contaminados por la fabricación anterior de semiconductores o microelectrónica.
“Deberíamos aprender de este legado y asegurarnos de no repetirlo”, dijo, calificando las revisiones bajo la Ley Nacional de Política Ambiental como “una herramienta de vital importancia en este sentido”.
Con información de Reuters.
