La artista cubana, de 93 años, salió en brazos de dos miembros de su orquesta, en la apertura del festival Cruïlla Tardor de la ciudad catalana
Ciudad de México, 3 de octubre de 2024. La legendaria cantante cubana Omara Portuondo, de 93 años, fue llevada la noche del miércoles del escenario en brazos de dos miembros de su orquesta durante un festival en Barcelona, al encontrarse desorientada al inicio de su actuación.
La artista, que abría con su concierto el festival Cruïlla Tardor 2024 en el Palau de la Música, sólo pudo arrancar el principio de su canción Lágrimas negras antes de quedarse callada para estupefacción del público.
La velada teminó con decenas de quejas formales presentadas por parte de los asistentes al concierto de Portuondo.
La diva cubana, que tenía previsto rendir un homenaje al mítico conjunto cubano Buena Vista Social Club, en el inicio del festival, al salir al escenario se mostró visiblemente desorientada, según información del diario El País.
La cantante sólo consiguió acompañar a la orquesta con una pequeña parte del coro de la canción Lágrimas negras, y quedó en silencio pese a que la orquesta seguía tocando. Después de varios intentos infructuosos por parte de los músicos para que reanudara su interpretación, Portuondo sólo pudo cantar el verso Contigo me voy mi santa, aunque me cueste morir, y fue retirada en brazos por dos miembros de la orquesta, otra vez, en medio de aplausos del público.
Durante la secuencia del que se suponía iba a ser el concierto de despedida de la cantante de los escenarios españoles, se escucharon gritos de “explotadores”, y “dejadla descansar”, ante lo cual, Ethiel Failde, director de la orquesta, tuvo que intervenir, afirmando que los gritos eran “una falta de respeto a una leyenda, cuando ella misma en persona fue la que pidió cantar” y que “Omara siempre ha dicho que quiere morirse en el escenario”.
Decenas de espectadores que se fueron antes de que terminara el concierto, finalmente se juntaron en las puertas del Palau de la Música para pedir la devolución del valor de las entradas, que en algunos casos alcanzaban los 75 euros. También han presentado decenas de formularios de reclamación a los organizadores del evento. “Muchas personas compraron las entradas solo por ver a Omara Portuondo, aunque la orquesta insistía mucho en que cantara, desde el público se percibió lo ocurrido un poco como un abuso, se le veía muy ansiosa, moviendo las piernas y con la mirada perdida”, afirmaba Rosario Dorantes, una de las asistentes.
Símbolo de la música
Nacida en La Habana en 1930, Portuondo es en un símbolo de la música tradicional cubana, fusionando géneros como el bolero, el son y el jazz. Su larga carrera incluye colaboraciones con reconocidos músicos a nivel internacional, lo que ha catapultado su legado más allá de las fronteras.
Ha sido galardonada con múltiples premios, reflejando no sólo su talento, sino la influencia que ha tenido en el mundo de la música.
Este último evento en Barcelona resalta la fragilidad del tiempo y a su vez, la alabanza que merece una trayectoria llena de éxitos. Los fans, que presenciaron el incidente, expresaron su preocupación en redes sociales, pero también un profundo respeto por todo lo que Portuondo ha ofrecido a través de su música. No es la primera vez que un artista de su calibre enfrenta dificultades en el escenario, pero la entrega y pasión que representa sigue resonando en cada nota que ha interpretado a lo largo de su vida.
La admiración hacia Omara Portuondo continúa intacta, con un legado que trasciende generaciones. Aunque el concierto no se desarrolló como se esperaba, la emoción que sus actuaciones han causado en el pasado, y el impacto que su música ha tenido en tantas vidas, siguen siendo testimonio de su grandeza. A medida que el mundo de la música se encuentra en continua evolución, figuras como Portuondo son recordatorios de la rica tradición que ha dado vida y color a la cultura musical global.
Texto: Redacción
