Quién iba a pensar que 30 años después, Mario Bezares conseguiría la redención gracias a otro programa de televisión. Vilipendiado, acosado y condenado al ostracismo después del asesinato de su compañero Paco Stanley, Bezares pasó al olvido de la mayoría del público hasta que llegó La Casa de los Famosos, pero sobre todo, hasta que llegaron la generación Z y las redes sociales.
Este domingo, Bezares, a los 65 años, se coronó como el ganador de la última edición del reality show más visto en la historia de la televisión mexicana. Millones de personas votaron en la final y millones lo vieron. A falta de que Televisa comparta sus cifras, la nueva edición del programa batió todos los récords, de acuerdo a sus productores. Bezares se ha referido a sí mismo como un ave fénix que resurge de sus cenizas gracias al apoyo del público. Más de dos millones de seguidores en redes sociales lo avalan. El comediante jamás pudo imaginar un regreso así por la puerta grande.
Si la primera edición, encumbró a Wendy Guevara y dio visibilidad a las personas trans a escala nacional, esta edición pasará a la historia de la tele como la segunda oportunidad que México le dio a Mario Bezares. Una historia de redención pero también de reconciliación. El propio hijo de Paco Stanley, Paul, tuvo su momento de oro para reencontrarse con Bezares y dejar atrás el dolor que generó el asesinato de su padre. “Sentí con el corazón lo que me dijo”, ha dicho Bezares emocionado en un encuentro con la prensa. “Ojalá que pueda hablar con él pronto porque es parte de una época maravillosa. La última vez que lo vi tenía 11 años, cuando se vino todo el maremoto”. Un maremoto que con el paso de los años ha quedado expuesto como una de las mayores chapuzas que hicieron las autoridades en la investigación de un caso.
Redimido queda también el propio programa después del escándalo de Adrián Marcelo y su apología de la violencia de género. Pese a que la salida del youtuber se dio de manera poco clara, el programa consiguió batir sus propias métricas sin necesidad de un personaje polémico que agitara el avispero de internet y mucho menos el de la violencia machista en un país como México.
Después de 71 días de encierro, un premio de cuatro millones de pesos y una audiencia bestial La Casa de los Famosos volvió a ser el mayor éxito de la televisión abierta pese a sus luces y sus sombras. Algo que, sin lugar a dudas, nos invita a reflexionar y a pensar que habrá una tercera temporada.
El éxito del programa radica en que es un reflejo, bastante atinado, de la sociedad que somos. Una vez que se cierra la puerta, no hay guion. En palabras de una de sus productoras, a través de La Casa de los Famosos muchas personas han podido “espejearse” y hablar de problemas profundos que nos atraviesan sin importar la clase social, el origen o a qué nos dediquemos: salud mental, maltrato, tristeza, enojo… la vida 24 / 7, todo el tiempo, en directo.
También el público ha demostrado algo muy importante: no somos los mismos que hace unas décadas. Algo está cambiando en la sociedad mexicana y cada vez toleramos un poco menos el machismo, la misoginia y la violencia. No cabe duda de que el camino es lento, pero igual que cambiaron algunas cosas del formato, también cambiaron los ojos con los que miramos los reality shows. De la misma manera, México ha cambiado la forma en la que veía a Mario Bezares, tanto, que acabó convirtiéndolo en el ganador del programa más visto de la televisión.
